1. Jimi, Betty y los campeonatos de tekoki (2). Eliminatorias en el Maná


    Fecha: 14/02/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: valisdick, Fuente: CuentoRelatos

    ... podíamos ayudarnos de nuestra pareja. Ellas nos trabajarían de rodillas, sin usar nada más que las manos. Uno de los gorilas cronometraba, y la pareja cuyo macho se corriese en menos tiempo estaba fuera.
    
    Me tocó primero así que me coloqué en la butaca. Mientras Betty me preparaba miraba de reojo la entrepierna de Icarus, de donde su compañera ya había extraído un miembro fibroso color bronce. Cuando ambos estuvimos duros ellas intercambiaron las posiciones. Iris se me acercó, se arrodilló, se frotó las palmas en los muslos y me blandió con una de sus formidables manos. En efecto, no usaba ropa interior. Bruno sopló su silbato y la mochilera simplemente me despellejó con total desinhibición. Sus manos eran aún más grandes que las de Betty y aún más fuertes que las de Luna. No solo apretaba fuerte, además sabía lo que se hacía, escudriñando mis pupilas en busca de algún gesto que delatase mis puntos débiles. Bombeo clásico, del que nunca pasa de moda. Puño recio, bíceps tenso, martilleo en el hueso del pubis y torsión final para exprimirme la punta. Clásico y bien ejecutado. Cambiaba de mano tan pronto comenzaba a fatigarse para conseguir mantener un ritmo infernal, pero no conseguí saber si era zurda o diestra. No pude más. En tiempo record me tuvo escupiendo, y le agradecí que no parase hasta vaciarme por completo.
    
    -Eres más duro de lo que pareces - me confesó casi con alegría, como para que valorase en su justa medida lo que acababa de hacerme.
    
    Preocupado por mi ...
    ... pobre aguante, todo quedaba ya en manos de Betty. Intercambié posiciones con Icarus. En móvil había cuatro llamadas perdidas de Luna. Bruno accionó su silbato pero Betty se lo tomó con calma. Parecía admirar el miembro curtido de Icarus como una pieza de cerámica, lo doblaba de un lado a otro como si quisiese fotogafiarlo desde todas las perspectivas, en lugar de ordeñarlo de una vez.
    
    -Qué haces, la mochilera grandullona me exprimió en tiempo record y tú te dedicas a la contemplación?
    
    -Ey, tranquilo pequeñín, déjame disfrutar el momento, no siempre se tiene entre manos una pieza así.
    
    Tiré la toalla contra el suelo con rabia. Pero entonces Betty me sorprendió. Una vez estudiada la polla de Icarus con parsimonia me dedicó un gesto de complicidad, apretó a nuestro rival con asombrosa confianza y su puño desapareció. En unos segundos Icarus boqueaba de medio lado, como un rodaballo y segundos más tarde reventaba como fuegos artificiales. Miré el crono. Habíamos vencido! Me abalancé sobre Betty y monté sobre su espalda mientras ella remataba a Icarus concienzudamente. Desde el círculo de espectadores, ella hacía tintinear los hielos de su vaso. Bruno aplaudía. La mochilera de muslos increíbles nos felicitó deportivamente. Los polacos estaban visiblemente nerviosos, sólo Mandy parecía relajada, sorbiendo su combinado con morritos de niña caprichosa. Icarus se limpió y se reunió con Iris, encogiéndose de hombros. Ella lo recibió con una palmada en el culo y un cariñoso beso en ...
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