Mi segunda vez - Relatos Eróticos

Mi segunda vez

... lo que si entró lo disfrute al máximo. Nunca había mamado una verga pero me gustó su sabor salado. Así estuve no se cuánto tiempo. Adán me cambió de posición y empezó a hurgar con un dedo mi esfinter hasta ahora virgen. Mientras me metía poco a poco su dedo, me daba besos en la espalda y me susurraba palabras que no entendía por la emoción y el temor de lo que iba a suceder. Primero un dedo, después dos y ni culito empezó a ceder y el deseo me cegó y le pedí me me cogiera ya. Me acomodó en la posición de a perrito a la orilla de la cama y se paró atrás de mí. Sentí cuando su verga me apuntó directamente y empezó a introducirlo con mucha delicadeza. Por instinto mi culo se resistía a ser perforado. Sin embargo la exitacion que sentía y la persistencia de él, mi ano fue cediendo poco a poco. Cuando por fin logró meterme la puntita, pegué un grito de dolor y quise en ese momento que me la sacará porque no aguantaba el dolor. Adán me agarró fuertemente y no permitió que me la sacará y me decía cosas que no entendía y se quedó quieto pero adentro de mi. Poco a poco mi culito se fue acostumbrando al intruso y aprovechó para meterme un poco más de su enorme verga, que como dije antes, era delgada. Así estuvimos un tiempo que se me hizo eterno. No me entró toda su verga porque era enorme pero si fue bastante. Me ardía el culo bastante hasta que por fin empecé a disfrutar la enorme cogida que Adán me estaba dando. Poco a poco comenzó a meter y sacar su enorme trozo de mi maltratado ...

... culito hasta que agarró un ritmo sabroso de mete y saca y terminó con un grito fuerte cuando llegó al orgasmo.
Todavía se quedó un buen rato en esa posición y me fue sacado lentamente su trozo y por fin quedamos acostados todo exhaustos de la deliciosa cogida.
Él me dijo que era la primera vez que se cogía un culo virgen y que lo había disfrutado enormemente.
Le platiqué que no era la primera vez que me cogían. Que la primera vez fue de muy joven y él me dijo que mi culito estaba virgen y que incluso había sangrado. Yo no me había dado cuenta, lo que si es que el ano me palpitaba y me ardía mucho.
Nos quedamos dormidos no se cuánto tiempo y cuando al fin despertamos, él empezó a excitarse y se le volvió a parar la verga y tenía intenciones de volverme a coger pero yo en ese momento no quería saber nada de penetraciones en mi atormentado culo. Él lo entendió y no insistió pero yo no podía dejar que se fuera con esa erección y primero comencé a nadturbarlo y después a mamar esa rica verga hasta que me dijo que se iba a venir. Me la saqué de la boca y seguí masturbandolo hasta que aventó un chorro copioso de semen que me salpicó la cara. 
Ya satisfechos los dos, nos duchamos y salimos del motel con la promesa de volvernos a ver para repetir lo mismo.
Volvimos a vernos dos veces más y esas veces fueron muy satisfactorias para mi. Como dije en mi anterior relato, me considero bisexual porque me gustan las mujeres y cuando estoy con alguna de ellas lo disfruto al máximo, pero ...