1. El ansiado viaje


    Fecha: 02/02/2018, Categorías: Gays Autor: Dante45, Fuente: CuentoRelatos

    ... habitación e íbamos a salir, le dije:
    
    —¿Vamos?
    
    Él sonrió y me dijo con mucho nerviosismo y a la vez seguridad:
    
    —¿Y de lo otro qué?
    
    Tras decirme eso se recostó y dejo expuesto su bulto, que se veía muy apetecible sobre un jean, hacía mucho que no estaba con otro hombre así que mi nerviosismo natural se convirtió en un fuerte y excitante escalofrió que me puso el corazón a mil, inmediatamente le agarre el paquete y sentí un gran bulto que estaba en plano crecimiento y le dije con un gran deseo y morbo:
    
    —¿Sabe hace cuanto no cogía una verga?
    
    Él sonrió y yo seguí acariciándolo, tome su mano y la puse en mi pecho para que sintiera como mi corazón parecía que fuera a estallar, luego el acerco su mano a mi bulto que ya estaba casi completamente erecto, le desabroche el cinturón y el pantalón, ahí pude ver que traía puestos los slips que le había visto muchas veces por el chat, eso aumentó más mi excitación, ya que sabía que se los había puesto para mí, le baje los pantalones a los tobillos y el hizo lo mismo conmigo, yo traía unos boxers blancos que compre exclusivamente para verme con él, mi gusto por la ropa interior también se había convertido en su gusto también; continúe cogiendo ese pene grande y grueso que ya estaba completamente erecto y lo saque por un lado del calzoncillo, definitivamente era más grande de lo que imaginaba, ufff me encanto esa verga aún más, empecé a chuparlo de forma incontrolable, me encantaba su sabor, su calor, su grosor, era un ...
    ... completo deleite para mi boca; lo mamaba mientras veía su cara de placer, cosa que me excitaba aún más. Tras un rato de disfrutarla me quede quieto con su verga dentro de mi boca y le hice señas para que fuera el quien dirigiera el movimiento, tomo mi cabeza y empezó a moverla para usarme como si fuera un instrumento de masturbación, esto me encantaba demasiado, estuvimos un par de minutos así cuando llego mi turno de disfrutar del sexo oral, me recosté en la cama y el bajo mis boxers a la altura de las rodillas, contemplo mi verga por un momento con una expresión de morbo por chuparlo hasta que se lo metió en la boca, me encantaba el calor de su boca y la dedicación con que lo hacía, esa mamada espectacular empezó a descontrolar mi ser, lo agarre de la cabeza y empecé a mover mis caderas como si le follara la boca, una completa delicia; él se la saco de la boca y se me acerco para darme un beso, siempre fui muy cerrado a besar a otros hombres, lo había hecho raras veces, pero fue inevitable no corresponderle, al principio suavemente, luego de forma más intensa, jugando con nuestros labios y lenguas mientras nos tocábamos uno al otro aún más fuerte, tanto roce nos forzó a desnudamos por completo; nos ubicamos sentados en medio de la cama frente a frente besándonos y masturbándonos uno al otro, acariciando nuestros cuerpos de forma aún más fuerte de lo posible, agresiva y excitantemente, todo esto ya me tenía a mil y llego el momento en que no quería soportar más y me recosté para ...