1. Cómplices sexuales


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Bull, Fuente: CuentoRelatos

    ... apoderó de mí y no podía parar…
    
    Después de unos minutos de estar desnudos sobre la mesa, el 69 era ya más que deseado, me giré y me coloqué sobre cara empezando a embestir su garganta con mi pene, abrí sus piernas y las puse cada una al lado de mi espalda, prácticamente le estaba haciendo una llave que la inmovilizaba, lamí su última corrida dejando su concha brillante e hinchada y me decidí a atacar su ano con todas mis fuerzas, empecé masajeando de manera circular ese rosado culo y metiendo la punta de mi lengua, con sus piernas completamente abiertas mi lengua iba alcanzando mayor profundidad hasta que entro por completo, no me podía separar de ese sabor, estuve fundido en esa posición hasta que mi quijada no pudo más, atrás solo oía los gritos qué callaban con mis embestidas. Me incorporé y empecé a meter dos dedos en ese delicioso culo, ya para ese momento estaba tan dilatado que entraban y salían sin problema, metí velocidad para preparar su siguiente venida, cuando recordé de pronto las bolas chinas que había llevado anteriormente, tome una y se la metí de golpe, solo sentí como brincó, la empecé a sacar y meter de manera suave dejando la parte más ancha a la mitad de su ano y la volvía a meter, decidí meter las dos para seguir con ...
    ... un juego más rápido, para ese momentos los gemidos se oían hasta fuera del bar mi pene estaba sobre tu pecho, yo las metía y jalaba con el cordón con el que estaban sujetas, ya no aguantaba más, quería verte en 4 con las bolas adentro y con ese ano dilatado, así que te di la vuelta para empezar a penetrarte, estabas tan húmeda que cada empellón se podía escuchar, con las bolas chinas dentro la sensación en mi pene era increíble, sentía como se movían y como me daban masaje mientras gritabas como poseída, te di la vuelta para quedar frente a frente y seguir la faena, teniéndote así podía besar esas bellas tetas y ahora el masaje que daban las bolas chinas eran en la parte baja del pene, imprimí velocidad hasta lograr que terminaras, con un grito de placer supe que habías llegado, rápidamente saqué las bolas chinas y ese espacio fue ocupado por mi pene, te empecé a bombear el ano como desquiciado, para ese momento ya estabas cubierta en mi sudor, de mi frente caían gotas, seguí arremetiendo con más velocidad hasta que sentí como te inundé por completo el recto. Caí rendido sintiendo nuestros pechos juntos, el viejo cd de Sade había dado un par de vueltas.
    
    Solo sonreímos, sabíamos que venía el baño y el jacuzzi, pero eso será otra historia… 
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