Julián - tercer capitulo - Relatos Eróticos

Julián - tercer capitulo

... desayunar a la panadería de la esquina. Luego caminamos un poco. Regresamos a casa, Julián se quedó en la sala leyendo el periódico, yo subí a ver si Ana María había llegado y abrí su cuarto estaba dormida con un señor desnudos ya de edad al que no conocía de unos 45 años. Al despertarla me conto que era el papa de una de sus compañeras presentándomelo.

– Hola hija despierta ¿y tu amigo quién es? - Ha, es el papa de Adriana mi compañera, que estaba en la fiesta y se ofreció a traerme y como en el camino no hiso sino mirarme las piernas me tenía con ganas entonces lo invite a seguir acariciándole la pierna.

Él se despertó apenas me vio, ni se inmuto tapándose su verga erecta que tenía, así se quedó y yo se la miraba

– Néstor te presento a mi mama.

– Muy buenas señora mucho gusto.

Y agarrándole la verga.

- No el gusto es mío encantada de conocerlo. ¿Qué tal noche pasaste mi hija si te dejo dormir? - Pues fue estupenda no tengo queja me encanto.

Le seguía viendo su verga sonriéndome. Salí del cuarto subí al tercer piso a sacar una pastilla para la jaqueca que me estaba dando y baje al rato bajaron a la sala, el ya vestido Ana María con una batica a medio enlazar dejando ver su cuerpo desnudo. Nos encontramos en el segundo piso cuando bajaba a la sala. Lo salude sonriéndole.

- ¿Te tomas un cafecito?

Le pregunte.

- Si señora muchas gracias.

Yo tenía un bucito Lacoste y mi pantalón sudadera Nike bien ceñida. Bajamos a la sala presentándole a Julián ...

... quienes se quedaron en la sala mientras preparaba el café. Ya era casi las 11 de la mañana. Ana María subió a bañarse y cambiarse mientras hablábamos con Néstor lo invite a almorzar pero no prepare, si no que salimos los cuatro a las afueras de Bogotá. Facatativá un pueblo de la sabana que queda cerca a comer carne asada. Deliciosa y jugosa me encanta y mucha cerveza. Me toco ir al baño me acompaño Néstor nos fuimos agarrados de la mano. Separándonos en el baño. Y regresando juntos, ahora abrazados de la cintura. Ya medios ebrios nos devolvimos para la casa parando en la tienda de la esquina a comprar más cerveza. Ana María tenía que salir entonces saco mi carro y se fue encontrarse con una amiga para recoger un trabajo.

Llegamos a la casa, nos sentamos en la sala los tres, al rato las cervezas ya nos tenían más relajados música en el equipo y yo ya tenía cierta molestia con la sudadera su resorte me apretaba la cintura, bailamos con Julián, Néstor fue al baño y al regresar nos besábamos con Julián mi mano acariciaban su pantalón, y las de él, mi trasero. Lo mire y vi que nos miraba, seguía sintiendo el resorte de mi sudadera y entonces decidí sentarme, desamarrarme los tenis, quitármela y quedar en mi hilo dental, dejándoles ver todo mi trasero. Néstor al verme quedo con la geta abierta mientras se sentaba, me le acerque y levantándolo para bailar con él, me resulto buen bailarín. Un disco de música reggaetón sonó y mis movimientos se tornaron más sensuales, colocándome ...