TERMINARON LAS VACACIONES 2 - Relatos Eróticos

TERMINARON LAS VACACIONES 2

... hasta el amanecer dale que dale!
-¿Podías tanto?
-Claro. Entre acabada y acabada estaban las chupadas y mamadas. ¡No desperdiciábamos nada! Tenía unos cuantos años menos.
-¡Comían perdices y dormían felices! 
-¿Seguro qué nunca te levantaste a ninguna? Vos no sos indiferente…, a la mujer y a la calentura. 
-Si lo decís por ustedes, no te olvidés que al principio no quería…
-Pero no porque no te gustáramos… Vos lo dijiste.
-Está bien… ¡Todo es posible! ¡Jajaja!
	Terminamos de cenar…, y la conversación sobre tríos, duetos y cuartetos. ¡No quedó ningún grupo musical afuera! Recogimos todo, fuimos a lavar todo lo posible…, aunque las chicas no querían que yo lo hiciera. Les tuve que explicar que esa actividad aceleraba mi digestión…, por lo cual más pronto que tarde estaría en “condiciones”. Eso las convenció.
	Yo estaba “elegantemente” vestido con el salto de cama de Romina, por lo cual la desnudez fue inmediata, al igual que ellas, que habían recurrido a los anteriores baby doll. De cualquier manera, si bien desnudos, las caricias me ayudaron a relajarme…, por lo cual, no más de media hora después, me levanté y fui al baño.
-Bueno chicas, ya estoy listo.
-¡Ahora nos toca a nosotras! – se levantaron y rehicieron mi camino, abrazadas, moviendo exageradamente el culo y riendo. ¡Estaban felices, supongo por mi presencia…, modestamente!
Pero… la carne es débil… Había que “replantearse la existencia”…, por lo menos yo. Creo que antes que vuelvan, yo estaba dormido. No ...

... sé qué tiempo pasó, pero fue reparador. Cuando desperté “alguien” me chupaba… Levanté la cabeza… y allí estaban las dos sonriendo y guiñándome un ojo.
-¿Te despertamos bebé? No te podés quejar. - ¡Esas miradas tan tiernas! Ambas chupaban y se besaban. 
Patri atrapó el glande con los labios y sentí la lengua recorriendo el meato. ¡Qué arte, Dios! ¡Las alegres niñas compartían el helado! Romi recorría el tronco, llegando a los testículos, tironeando del escroto con los labios. Se metió un huevo en la boca y succionó. Patri se introdujo el tronco unos centímetros, pero no insistió. Sabía que a mí me gustaba más sentir los labios sosteniendo el glande en el interior de la boca y recorriéndolo con la lengua, cálida y húmeda. ¡Eso me enloquecía!
-Ya que estoy cómodamente instalado… ¿quién quiere cabalgar?
-¡Yo! ¡Ahí voy! – Romi se levantó rápidamente y se acuclilló sobre mí. Patri guió al “ciego” a su hogar. Acomodó el glande en la entrada de la vulva. Romi, muy suavemente, fue bajando hacia mi vientre. Hacerlo así, lentamente, produce el placer de sentir las paredes del sexo acariciando el tronco y al glande abriéndose paso entre los húmedos pliegues.
Romi tiene unos pezones grandísimos y rojos, gracias a las mamadas de la beba. A mí no me agrada demasiado la lecha materna, pero sí me encantan esos pezones de la hermosa mamita. Romi se inclinó hacia mi rostro, justo para que se los chupara.
-Tomá lechita, bebé…
-Tesoro, la lechita de bebé no me gusta mucho, es muy dulzona…, ...