Las Aventuras de Markitos- Infidelidad con mi amiga - Relatos Eróticos

Las Aventuras de Markitos- Infidelidad con mi amiga

... del escote, con una gorrita, muy mona ella Pasó Parecido, en la cama, comenzamos a acercarnos, a acariciarnos, fuimos por debajo de la ropa, fui pasando dedos por debajo de sus pantalones; cada a milímetro que avanzada me aceleraba el corazón, iban y venían mis dedos, explorando su cuerpo, buscando más, juntándola más cerca de mí. Ella hacia lo mismo. 
Deslicé la mano por su pubis, se notaban los pelillos recortados, la piel cálida, fui bajando y pronto mis dedos comenzaron a tocar algo más caliente, blando y húmedo. Comencé a masturbarla. Esporádicamente la besaba, pero besos rápidos, ya que si hubieran sido intensos sí que pensaría que traicionaba a Paula. Ella gemía y yo la besaba el cuello, le pasaba la lengua detrás de la oreja. 
Poco a poco fui aprontado más mis dedos contra su coño, y fui introduciendo dos dentro de ella, estaba sonadísima; fui moviéndolos en su interior, sacándolos y metiéndolos. Estaba que no podía más, le va más las bragas para dejar espacio. 
De pronto se oyó la puerta de mi casa, era mi madre que inesperadamente volvía a recoger algo. Ella se vistió deprisa, abrí las ventanas y me alejé de ella. Nos saludamos todos. Fue un vuelco al corazón.
Cuando se fue hablamos un poco sobre lo ocurrido, pero poco a poco volvimos a lo de antes, a abrazarnos acariciarnos y finalmente ella acabó bocarriba, sin pantalones y bragas, las piernas separadas y mis dedos entre ellas. Ella sacaba la lengua y gemía, yo la besaba el cuello. 
Subir su camiseta, quería ...

... desnudarla, ella se puso en pie, le quite la camiseta y luego el sujetador. Se quedó desnuda delante de mí, yo la miraba de arriba abajo. Tenía un cuerpo muy bonito, rechoncho y con curvas, unas tetas de tamaño mediano, firmes y suaves, con los pezones erectos; ella se sonrojó porque me quité la camiseta y la abracé cariñosamente. La tumbe en la cama, haciendo la cucharita, nos quedamos un rato abrazo, acariciándonos. Le pregunte si quería que eme quitase yo algo y me respondió que si quería podía quitarme lo que yo quisiera. Por lo que me quite los pantalones.
Ella se tumbó sobre mi pecho y fue acariciándome el torso. De ahí comenzó a bajar, le di permiso para seguir, así que metió la mano dentro de mi ropa interior, yo inmediatamente me la quité para que estuviera comida. Ella agarro mi pene con fuerza y fue tocándome poco a poco, hasta que estuvo masturbándome placenteramente sin quitar la vista de mi miembro. 
Era tal placer el que sentía, tal morbo por la indecencia, que quería más de ella, quería tener más cerca de mi amiga. Le pedí si me podía hacer sexo oral. Ella accedió. 
Yo tumbado boca arriba, ella se puso de rodillas a un lado, agarró mi polla y comenzó a poco a poco a introducírsela en la boca, hasta que ya metía y salvaba la mitad de ella. Lamí ala punta, tenía el peno mojado en saliva. Yo solo disfrutaba, lo que más me gustaba era ver a mi amiga haciéndome una mamada sin compromiso, la tenía ganas desde hace mucho, diciendo lo mucho que le gusta chuparla; ...