1. Despedida de soltero


    Fecha: 18/01/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dmarat, Fuente: SexoSinTabues

    ... de estar fria a calentarse con la temperatura interior de su cuerpo. Al comienzo sólo sentía verguenza, pero luego sintió como comenzaba a incomodarse su intestinos los cuales estaban llenos de crema. Cada vez que el líquido parecía que se detenía Darío apretaba la botella que tenía la crema haciendo que este entrara más bruscamente. -Así es, disfruta María -decía Darío mientras le acariciaba el culo y comenzaba a acariciarle el clítoris. Los hombres estaban calientes y excitados al ver el espectáculo, sabían que Darío era perverso pero no sabían que hacer. -¿Se puede? -preguntó uno de los hombres que desconocía si podía hacer algo mientras estaba con el enema. -Por supuesto -Contestó Darío moviendo la manguera para que el hombre tenga mejor acceso a su vagina. Los hombres se ubicaron por delante y por detrás. Mientras la cogían tres se pusieron por delante, al principio le agarraban la nuca a María y se la metían en la boca pero con el tiempo era ella la que gimiendo se desesperaba por ir a buscar la verga sin usar las manos. Mientras tanto por detrás se le ponían en fila para cogerla por su vagina mientras la crema seguía llenando sus entrañas. Con la cuarta verga María tenía el estómago lleno y la manguera estaba a punto de salirse. Lo sintió y ...
    ... se dio cuenta de la situación levantó desesperada hacia el baño con las rodillas juntas y haciendo fuerza para mantener su culo cerrado. Se dio vuelta y estaban los ocho desnudos con la verga dura cono una roca caminando hacia ella. Miro el interior del baño, pero ya no podía esconder que estaba caliente por la situación. La perversión la dominaba y le gustaba, no esas vergas sino ella misma. Así que cerró la puerta del baño, se puso en cuclillas y comenzó a chupárselas a todos. No sabía de quién era cual, las agarraba una mano y las masturbaba llegando a meterse dos juntas en la boca, ya no le importaba más nada y relajando su esfínter dejo salir la crema de leche y en un gemido de satisfacción sentía como la crema se chorreaba por sus muslos y se desparramaba en el suelo. Su mente estaba enfocada en ella misma y en las vergas que comenzaban a correrse en su cara y en sus tetas. Lo disfrutaba mientras no apartaba los ojos de los ocho con el maquillaje corrido y la cara brillante llena de leche, mientras sus mejillas hacían ventosa tratando de chupar hasta la última gota. Recordó por un segundo que hace unas horas fastidió a un empleado por ver una imagen de una mujer expulsando leche del culo luego de un fetiche de enema. Hoy ella era esa mujer. 
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