1. Despues de una noche de copas


    Fecha: 11/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    DESPUÉS DE UNA NOCHE DE COPAS
    
    Aquella noche de viernes, recibí el llamado de Vicky (la madurita que se parece a Piru) en mi teléfono móvil. Su marido había salido desde el día anterior y regresaba hasta la semana próxima; así que teníamos todo el fin de semana para nosotros y para dos de sus amigas íntimas. Ellas querían salir a bailar un poco y a tomarse la copas, así que me propuso ser el guía de todas ellas. Esta acción me excitaba, ya que Vicky les había comentado acerca de nuestra aventura .
    
    Salimos de la ciudad, era obvio que allí no podíamos "reventarnos", por ser pequeña y todas ellas son casadas, así que las llevé a una ciudad a 100 km de allí, y por cierto, donde una de ellas (Rossy) tenía una casa en la playa.
    
    En el trayecto a esa pequeña ciudad, compramos cervezas y botanas, así que la travesía se hizo amena, y en consecuencia fuimos calentando motores, yo iba manejando y no me cansaba de verle las piernas por el espejo retrovisor a Rossy, aunque Beatriz (la otra amiga madura de Vicky) tenía unas tetas de ensueño (casi como las de Piru).
    
    Fuimos a un bar donde tocan música tropical en vivo y disco en los intermedios. De inmediato entramos en ambiente, yo me senté en medio de Vicky y de Rossy. Sentía la dureza de las piernas regordetas pero aún duras y calientes de Rossy. Charlamos de todo y como la festejada en teoría era Rossy, las dos casi me obligaban a que bailara con ella. La música tropical es muy cachonda y yo disfrutaba cada tallada de ...
    ... nuestros pubis, se ponía de espaldas a mí, y aprovechándonos de la semioscuridad del lugar y de los efectos de la cerveza, restregaba las nalgas grandes y duras contra mi verga.
    
    Debo admitirlo, me provocó una terrible erección que la manifesté contra ese culo. Ella debió notar la dureza de mi verga sobre su culo, pero no dijo nada, al contrario, movía la cadera en forma salvaje.
    
    Cada vez que nos sentábamos, la otras dos iban al tocador y ya descaradamente yo aprovechaba para tocarle las piernas a Vicky mientras ella frotaba mi verga durísima con una de sus manos. Por un instante casi me provoca una eyaculación.
    
    A medida que avanzaba la noche, las idas al tocador de las otras dos maduras se hacía mas tardado, así que esos instantes eran aprovechados por mí, metía mi mano derecha entre las piernotas hasta tocarle la ropa interior de encaje que traía, toqué la suavidad de sus vellos púbicos y en un descuido le introduje el dedo medio hasta el fondo, estaba empapadísima de sus propios jugos.
    
    Abría las piernas más y más, mientras en movimiento rítmico de mis dedos en su vagina se hacía mas acelerado. Exploré cada milímetro de su empapada panocha, iba a introducir un dedo en su culito cuando la presencia en la puerta del tocador, de Vicky y su otra amiga impidieron este acto. Yo estaba bien caliente y ya quería cogerme a Rossy, se lo murmuré al oído, y ella, al escuchar esto, sonrió sin darme siquiera una esperanza.
    
    Nos fuimos hasta que cerraron el bar. La más tomada era ...
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