1. Karen. Una puta madura (I)


    Fecha: 07/02/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Forman, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... un orgasmo brutal. La ficción se me había hecho realidad. Me quedé completamente temblando. Él me abrazó. Aún no se había quitado el uniforme.
    Cuando me vio repuesta se puso de pie y se sacó una polla terriblemente erecta de sus bóxer botando como un muelle. Era la misma había visto en el video. Comencé a chuparla.
    -Sí, Enrique tenía ganas de polla!!!.
    Exclamé, como si fuese su puta.
    -Qué tiesa la llevas amor. Te correrás en mi boca??.
    -Claro que si...!!. Dijo jadeando como un perro.
    Hice lo que pude por tragarme todo ese trozo de carne y él advirtió no podía más a lo cual comenzó a penetrar mi boca con cuidado mientras yo me servía de mis pequeñas manos intentando alargar mi entrada hasta su base, subiendo y bajando con mi cabeza a lo largo y ancho de esa polla. Él se rascaba unos huevos cada vez más duros y esa actitud tan basta por su parte me puso muy zorra. Su pene y cojones acabaron siendo uno solo.
    No sabía como iba a acabar eso pero lo intuía. Su polla estaba dura como una tabla y repleta de unas venas fuertes y tensas. Por un momento desvié mis pensamientos hacia el ...
    ... video me había mandado, pero luego seguí chupando tan loca que mi saliva caía por mi barbilla mojando mis grandes tetas en erección. 
    Sin saber lo que decía saqué su polla de mi boca y exclamé instintivamente. 
    -Eres mi cliente favorito... Córrete, amor. Quiero ser tu puta particular. 
    Justo, en ese momento volví a engullir su verga notando como sus huevos se congestionaban más todavía y acabó corriéndose en mi boca como un cerdo y gruñendo como un gorrino al que se le echa pienso.
    Cuando Enrique salió de mi, su polla se movía estertóreamente y sin control chorreando su semen mezclado con mi saliva. 
    Una vez aliviado Enrique volvió a meter su verga en los calzoncillos no sin dificultad. Su verga ya no estaba tan dura pero si era de un tamaño considerable.
    Si en esos momentos me hubiese tirado 50 euros en la cama me habría vuelto loca. No necesitaba el dinero pero verme tratada así y como su ramera me excitaba sobremanera. Pero no hubo tal precio sino que fueron 50 euros los que nos gastamos en una cena esa noche para celebrar estábamos otra vez juntos.
    
    (FIN PRIMERA PARTE). 
«12...6789»