1. Amor de madre


    Fecha: 31/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... pensaras que era una pervertida. Esta tarde cuando me has pedido que te gustaría verme con un picardías, he visto en ello la oportunidad de sincerarme contigo. Yo después de lo que mi madre me había dicho tenía la verga a tope y ya notaba que mojaba la camiseta. Mi madre prosiguió con su charla de liberación, y me dijo Calros como te he dicho antes, no sé si esto está bien o está mal, sólo sé que lo que nosotros hagamos sólo nos incumbe a nosotros y por eso te pido hijo que me hagas el amor, que folles a tu madre, y te lo pido porque ahora sé que tú también tienes ganas de mí y porque si follo contigo no me siento que engaño a tu padre pues seguro que él prefería que tu ocupases su lugar en su cama y no un desconocido. Hijo , sólo puede hacer el amor con un hombre al que ame de verdad y tu eres el hombre que más he amado en mi vida, si te amo incluso un poquito más que a tu padre, porque no hay nada más grande en el mundo que el amor que una madre siente por su hijo. Entonces hablé yo. Mamá yo también debo confesarte que cuando me hago pajas, casi siempre fantaseo con la idea de que te estoy poseyendo sexualmente a ti mamá. Carlos dejemos de fantasear y hagamos nuestros deseos realidad. Pero primero mamá, quiero decirte una cosa que me da algo de vergüenza, y es que recuerdo que alguna vez le vi la polla a papá y la tenía muy grande; la mía es más normal, bueno a mí me parece pequeña, en erección no tiene más de doce cm. . Mi madre se echo a reír y dijo que no me preocupase ...
    ... por esa tontería. Cuando yo me enamoré de tu padre no sabía como de grande la tenía y si la hubiese tenido como tú ¿ crees que por eso le hubiese dejado?. Entonces me quite la camiseta y me quede completamente desnudo y con la polla apuntando hacia mi madre. Me dijo tienes una polla preciosa y me la acarició con la mano derecha mientras con la otra mano me sopesaba los cojones y me decía: del tamaño de los huevos no te quejaras ¡Vaya cojonazos que tienes! Eso me dio una gran alegría y me entraron unas ganas locas de meterle el cipote ya en su chochín, no podía esperar más, sentía la polla dura como nunca antes, sentia que me iba a correr y no quería desperdiciar el semen que quería depositar en lo más profundo de la vagina de mi madre, así que le dije mamá, mamá déjame penetrarte ya . Entonces ella se puso encima de mí, me tomó la polla y se la levó hasta la entrada del chochín dejándola perfectamente embocada y me dijo empuja Carlos empuja. Yo obedecí con esa alegría con la que se obedecen las ordenes que coinciden con tus deseos. Empujé la polla hacia aquel canal, ahora canal de placer, por el que yo ya había transitado en dirección contraria el día de mi nacimiento y conforme entraba, el glande al tocar las muy húmedas y calientes paredes de la vagina experimentó un estimulo tan grande que me corrí al instante, eyaculando una gran cantidad de leche y teniendo un orgasmo que no se parecía en nada a los que se me producían al culminar las pajas. Por unos instantes quede sin ...
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