1. Amor de madre


    Fecha: 31/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Había sido un día normal. Yo hacía segundo de Medicina y acababa de cumplir 18 años. Desde hacía cinco años vivía sólo con mi madre, pues mi padre había muerto. No tenía hermanos. Había sido un día normal, y nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir. Al volver a casa, mi madre me recordó que aún no me había regalado nada por mi reciente cumpleaños. No te preocupes mamá. Mi mamá era una preciosa y voluptuosa hembra de 38 años, y la verdad es que cuando me masturbaba era ella la principal fuente de inspiración. A veces en casa la veía semidesnuda, pues siempre dormía sin bragas y con un camisón muy cortito de esos que dejan ver por detrás parte de la rajita del culo, y cuando hacía calor y se levantaba por las mañanas iba así por casa con total naturalidad. Así lo hacía desde que yo era pequeño y luego al ir yo creciendo ella seguía mostrándose así con total normalidad. Pero eso había sido siempre así con total naturalidad y mi madre parecía no darle importancia, aunque yo la verdad cada vez disfrutaba más de ver así a mi hermosa y querida madre. Yo aún era virgen. Con las chicas no había pasado de los besos y algún tocamiento de tetas y muslos. Últimamente mi madre estaba algo rara, como ansiosa y no sabía yo por qué. Bueno, pero volvamos al día del que estaba hablando. Ella me preguntó si me gustaría algo de ropa. Le dije mamá me estás pagando las clases de conducir y con eso basta. Pero mi madre insistió. Entonces yo de una forma casi irreflexiva le dije que quería una cosa ...
    ... de vestir, pero no para mí sino para ella pero que yo disfrutaría. Le dije mamá quiero que te compres uno de esos camisones sexy, me encantaría verte con uno puesto. ¡Hijo! no sé qué decirte, pero si es tu deseo, ya me lo pensaré. Eran alrededor de las siete de la tarde y mi madre me dijo que se iba con una amiga a tomar algo. Yo me puse a estudiar. Cuando volvió hacia las nueve, cenamos y luego nos pusimos a ver la televisión. Me dijo que no le gustaba nada de lo que echaban y que se iba a leer a su habitación, pero antes se iba a dar una ducha. Me dio un beso y me recordó que antes de irme a dormir fuera a su habitación para darme el beso de buenas noches. Claro mamá, ya sabes que nunca me acuesto sin darte un beso y las buenas noches. Bueno cariño, hijo no te olvides, hasta luego. Esa insistencia de que fuese a su cuarto me intrigó, pues siempre antes de irme a dormir le daba las buenas noches ¿Por qué me lo repitió? Yo sospechaba algo, así que dejé pasar unos 20 minutos antes de ir a su cuarto, pero primero yo también me di una ducha. Después de secarme me puse una camiseta larga que es lo único que me pongo para dormir, y que como es larga no deja ver los genitales (no aguanto dormir con pantalón de pijama ni con boxer ), y fui a su cuarto para darle las buenas noches. Entre, la vi leyendo y tapada con las sabanas. Al entrar percibí un olor muy agradable, al acercarme a ella comprobé que se había puesto su mejor colonia. Carlos, hijo, tengo una sorpresa para ti. ¿Qué es ...
«1234...»