El amigo de mi hermano - Relatos Eróticos

El amigo de mi hermano

... Saqué su short y le di una mamada que lo hacía retorcerse de placer. Él deshizo el nudo de mi bikini y quedamos desnudos. Me recargó en la palmera y ahí me penetró de pie, tenía un pene enorme, muy duro y delicioso. Yo me paraba de puntitas cada vez que la metía toda. Mordisqueaba mis senos, mis labios, mi cuello y mis orejas. Levanté una pierna y con ella lo jalaba hacía mí, realmente estaba disfrutando ese palo como una loca, no nos importaba que mi esposo estaba a unos cien metros, yo gemia, jadeaba y le rogaba que no parara. De pronto me dio la vuelta y yo levanté las nalgas, me penetró otra vez la vagina y bombeaba con ímpetu que me hacía quejarme, pero no de dolor, sino de placer. En un momento sacó el garrote de mi almeja y trató de meterlo por atrás, me dolió y lo apreté, no pudo hacerlo. 
—Por ahí no, nunca lo he hecho —le dije un poco temerosa—. Además me duele mucho.
—No te preocupes, te lo haré despacio.
—No, mejor otro día.
—Pero ¿Cuando?, ya casi nos vamos otra vez.
—Si prometes volver en un mes, yo prometo que dejaré que estrenes este hoyito.
—¿En serio? Sí es así, no importa lo que tenga que hacer, pero vendré para romper este culito.
Terminamos de coger bien rico por la vagina y nos venimos delicioso, pero un mes después iría a la cita con él en un hotel para estrenar mi trasero, pero ese será el próximo relato.
Espero sus comentarios. La continuación en breve.