1. Mi hermanastro y yo (Octava Parte)


    Fecha: 30/12/2017, Categorías: Anal Autor: Misaki-chan, Fuente: CuentoRelatos

    ... porque ya me están colmando la paciencia —jamás había visto a Sebas actuar de esa manera, pero era entendible, nuestra relación estaba en peligro.
    
    —Calma, vamos de poco en poco... su padre y yo decidimos divorciarnos...
    
    —¡¿Qué?! —Gritamos al unísono los dos— ¿Qué tiene que ver que ustedes se divorcien con nosotros? —terminé de preguntar.
    
    —¿Qué les habíamos dicho? Dejen que terminemos de hablar —dijo mamá—, nos vamos a divorciar por ustedes, Catalina y yo dejaremos el apellido de tu padre y así, legalmente ya no serán hermanos y podrán estar juntos.
    
    —Pero hacer esto solo por nosotros es simplemente...
    
    —No pasa nada, nosotros estamos seguros de lo que sentimos mutuamente y siempre estaremos juntos, el matrimonio y el divorcio son solo papeles, queremos que sean felices porque ustedes son las personas más valiosas que tenemos en nuestras vidas y merecen ser felices. Aunque hubiéramos preferido que ustedes nos lo dijeran de sus propias bocas y no que nos enteráramos de esa manera —el solo pensar lo sucedido en aquella noche me da vergüenza.
    
    Después de varios días de lo que habíamos hablado, los trámites ya estaban legalizados y oficialmente dejamos de ser hermanos, hecho esto, nuestros padres incluyendo nosotros volvimos a nuestras vidas antiguas. Ahora ya no teníamos límites, ya no nos interesaba lo que dirán la gente puesto a que ya no éramos hermanos, nuestros amigos se fueron enterando de poco a poco y estábamos muy felices. Sebas me iba a ver a la ...
    ... universidad, siempre recibiéndome con besos apasionados y regresábamos a la casa, duchándonos juntos, comiendo juntos, durmiendo juntos y por supuesto sexo desenfrenado a todas horas.
    
    —¿Qué tal está mi hermosa NOVIA? —Sebas me había ido a recoger como siempre en la U.
    
    —Muy bien mi querido NOVIO —se sentía muy bien la libertad que teníamos.
    
    Llegamos a la casa y estábamos todos acaramelados, nos dirigimos al sillón y comenzamos a darnos besos calientes entrelazando nuestras lenguas y soltando saliva fuera de nuestras bocas mientras Sebas iba amasando uno de mis senos, pero no lo quería hacer en el sofá, al parecer, la última vez que nos descubrieron me dejaron un poco traumada, así que prefería hacerlo en una de nuestras habitaciones y con la puerta cerrada.
    
    —Mmmnh... no... detente... —dije casi sin aliento.
    
    —¿Detente? No lo podré tomar en serio si tienes esa cara de gatita en celo, pero bueno... si quieres que me detenga, lo haré, pero antes... —y sin darme cuenta ya estábamos completamente desnudos en el sofá y con su pene en la entrada de mi vagina.
    
    —¡Ah, no... aquí no! —Sebas al escuchar eso, me penetró de repente haciéndome perder la cabeza.
    
    —Mmm... ¿de verdad? Apuesto a que te gusta de esta manera y en este lugar —mientras decía eso me iba penetrando más y más rápido—. ¿Entonces, qué te parece?
    
    —N-no... sé... ¡aaaah!
    
    —Pero mírate... a pesar de que me habías dicho que me detuviera estás así de mojada —realmente estaba mojada, sentía cómo salía de mi ...