Mi primera experiencia oral - Relatos Eróticos

Mi primera experiencia oral

Lamento mucho haberme ausentado tanto tiempo, me encontraba muy ocupado pero este año pienso contar muchos más relatos así que no duden en escribirme sus opiniones al respecto (sergi22.ruiz@gmail.com)
Dada mi ausencia quisiera contarles un tema que me han preguntado mucho por correo y es mi primera experiencia oral. Debo decir que desde el colegio sentía mucho interés por el sexo oral, incluso más que por el sexo convencional, pero fue hasta recién salido del colegio que probé ese maravilloso mundo.
Como he mencionado soy un hombre alto, moreno, acuerpado y en general muy atlético, me mide alrededor de 20 cm y es un poco gruesa. Este relato ocurrió con mi primera novia, cuando ella tenía 19 y yo 17 (siempre he salido con chicas mayores que yo aunque ella era mi primera novia formal). Ella era alta, algo gordita pero de un modo sexy y atractivo, unas tetas pequeñas pero bonitas y lo más llamativo era su enorme culo, que hacía que muchos hombres la miraran cuando pasaba por la calle. Después de 4 meses saliendo habíamos tenido algunos manoseos incluso en lugares públicos, pero siempre nos veíamos interrumpidos y para nuestra mala suerte ni ella ni yo disponíamos de casa sola para hacer lo que queríamos.
Yo era muy inexperto aún y sabía que ella ya había tenido más relaciones en el pasado, por lo que quería sorprenderla haciendo algo que nunca había experimentado, darle su primer oral. Un día ella salió de clases de la universidad y fui a recogerla porque queríamos pasar ese ...

... día juntos en el centro comercial, vimos una peli, comimos y al final estábamos nuevamente tocándonos en un rincón escondido como siempre solía suceder, pero esta vez le indiqué a ella que quería hacer algo más no sólo los manoseos.

- No tenemos ningún lugar a donde ir y además eres menor de edad, no nos dejarán entrar a un motel - dijo ella rechazando mi propuesta

- Sé que sonará extraño pero de camino a recogerte noté que los baños del metro son muy amplios y poco concurridos, qué opinas de ir allí? - dije con algo de miedo a su respuesta

- Jajaja debes estar loco, ven más bien continuemos con lo nuestro - sentenció mi propuesta, aunque no iba a darme por vencido tan fácil.

Como las palabras no habían funcionado me propuse calentarla a tal punto que ella misma me propusiera ir allá. Empecé a besarla más apasionadamente, a morder su labio inferior sutilmente pero firme y a usar mi lengua, que aunque no era muy hábil, quería que deseara sentirla allá abajo. Acompañando los besos, le tocaba con una mano su seno derecho, sobre la ropa, para luego intercambiar por el izquierdo, y con mi otra mano sujetaba su enorme culo y de vez en cuando darle una nalgada. Poco a poco notaba como aumentaba el ritmo de su respiración y suspiraba con cada toque sobre sus senos (debo decir que los tiene muy sensibles). A mí también me calentaba mucho todo lo que estaba haciendo, no sólo por tocar su hermoso cuerpo o por el morbo de estar en un lugar público, sino porque todo ese tiempo ...