El Error - Relatos Eróticos

El Error

... yo irme para el interior de la casa, pero me quedé ahí mirándolo (último error) con cierta vergüenza, sintiendo pudor ante él, sabiéndolo del sexo masculino, estando consciente del contacto con su pene y también que él había saboreado mi vagina... Me puse de espaldas a un muro tapándome mis senos con la izquierda y la vagina con la derecha, pero inevitablemente el dedo medio de esa mano terminó por colarse entre mis labios exteriores para terminar frotando mi clítoris...., algo raro me estaba pasando y no reaccioné cuando él llegó a lamerme de frente mi sexo...., es más separé mis piernas y abrí mis labios con mis dedos para permitirle mayor profundidad.....

No me explicaba cómo había pasado de simplemente querer darme una ducha a estar dejando que mi perro me hiciera este tan rico sexo oral...., mi cuerpo tiritaba por completo, hasta unos chorros de orina se me escaparon en el punto más intenso de las cosquillas y cuando su lengua estuvo entrando en mi vulva, se me vino un orgasmo que me hizo bajar de a poco deslizando mi espalda en la pared hasta quedar sentada en el piso y respirando muy hondo con mis mejillas ardiendo...., momento en que mi perro estaba de medio costado moviéndome la cola y al apreciar su pene se me ocurrió tratar de ver si le podía devolver el favor....., estaba demasiado agradecida por ese tan buen orgasmo que me había hecho sentir...., sin saber si se dejaría o le gustaría aquello pero decidí intentar hacerlo.

Me acerqué a él a gatas y llegando ...

... a su vientre me apoyé en mi codo izquierdo para con mi derecha ir a buscar su aparato..., pero apenas alcancé a tomárselo y se puso a hacer movimiento de coito, con lo que me asusté y lo solté en el acto..., no dándome cuenta cuando ya lo tenía lamiéndome nuevamente mi vagina, pero esta vez por mi retaguardia y ya sabiendo yo lo rico que es, simplemente seguí apoyada en mis codos dejándolo seguir y pretendiendo disfrutar de aquello.... Pero este animal después de un minuto y medio o dos, paró de lengüetearme y me giré nuevamente a gatas para ir a buscar su aparato, pero él al seguir mi trasero hacía que termináramos dando vueltas en círculos y finalmente opté por quedarme quieta a ver que hacía, tras lo que se subió en mi baja espalda agarrándome de las caderas como simulando que se apareaba conmigo pues me jalaba hacia él pero sin tocarme con su aparato..... Debiendo reconocer que me pilló tan de improviso que mi reacción fue neutra, pues no me lo esperaba ni había pensado en ello, pese a estar desnuda no me asusté porque lo vi en un principio como un juego por su parte, pero solo hasta al verlo de costado cuando se bajó y aprecié su pene que algo se asomaba desde su funda, entendiendo ahí que sus intensiones eran reales.

Convirtiéndose ese feo, rojo y puntiagudo aparato en algo muy apetitoso para mí, pués un intenso escalofríos nació en mi vulva ramificándose a todo el resto de mi cuerpo. Era una extraña oportunidad que no sabía si volvería a repetirse y debía aprovechar ...