Por dinero vendí a mi mujer - Relatos Eróticos

Por dinero vendí a mi mujer

... boca dándome un placer increíble que no pensaba poder disfrutar delante de un extraño. Me ordenó no correrme y aguante pese a la gran habilidad de María comiéndome la polla. El tipo saco del cajón un vibrador que puso en marcha y le dijo a María que se pusiera a cuatro patas sin dejar de chuparme y se agachó para introducirselo por la vagina con la otra mano apretaba la cabeza de María para que se tragara mi polla asta los huevos. 
Tras varias arcadas la dejo respirar y le saco el vibrador Y me ordenó que la follara. Mi polla entró toda de golpe de lo mojada que estaba. El se sacó la suya y se la ofreció a María que la devoró como a la mía. La folle duro agarrándola por las caderas con rabia y deseo desenfrenado viendo como se atragantaba con la polla de otro. El le sujetaba la cabeza con sus dos manos y le follaba la boca envistiendo los dos a la vez le enterrabamos la polla entera en su boca y coño. Así estuvimos una eternidad asta que no pude más y soltar toda mi leche en su coño el hizo lo mismo en su boca cara y pelo. Luego el se arregló los pantalones y nos dijo que su secretaria nos daría los papeles para firmar y todos los detalles. Y nos dejó solos.
María se vistió  sin bragas ni sujetador que se quedaron en el suelo destrozados el vestido blanco se marchaba de la leche de sus tetas y el pelo lo tenía pegajoso de la leche del tipo por sus ...

... piernas regalaba la mía. La secretaria nos miraba como si nuestro aspecto fuera una cosa normal allí. Firmamos los contratos en los que nos comprometemos a practicar sexo explícito tanto oral vaginal y anal ante la cámara para una pelia las órdenes del director. Otros 6000 € nos serían entregados al final del rodaje. Nos dio cita en una clínica para que nos hicieran analíticas y la fecha del rodaje al cual teníamos que ir en ayunas y ella con un edema ya puesto y defecada para el sexo anal.  
Tuvimos que volver a casa en el autobús.  El aspecto de María era lamentable pero muy erotico veía como todos los hombres la miraban babeando y deseandola. Sus pezones se clavaban en su vestido manchado que al no llegar sujetador mostraban su forma rotunda y se balanceaban con el movimiento del autobús. Entre sus piernas seguía resbalando mi leche. Cuando llegamos a casa . María me pidió que la follara quería comprobar que entre nosotros todo seguía igual. Pero se equivocaba. Fue sexo salvaje desenfrenado. Libre de tapujos. Follamos durante horas practicando posturas cuando quedamos rendidos con mi semen en todas sus entradas hablamos de que teníamos que terminar lo empezado. Gravariamos esa película que nos sacaria los problemas económicos y nos seguiríamos amando como siempre o más.
Continuará...con el rodaje de la peli. Si os ha gustado dejad un comentario .Gracias.