1. Alicia 12/25


    Fecha: 24/12/2017, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... fondo de la porcelana, mi nena no dejaba de acariciarle la cabecita y con la otra mano le mantenía abrigadas las rodillas, parece que la cuidaba como un tesoro invaluable. Le dijo bajito que también hiciese popó, que esos ruidos en la pancita vaticinaban algo por salirse. La carita de la criatura parecía enrojecer por la fuerza con que pugnaba vaciar el intestino. Mi nena no hallaba un sitio dónde asentar las manos, parecía que quería tocar todo al mismo tiempo, le explicaba que luego de ir al baño debía lavarse bien las partecitas, como si la otra fuese tonta, claro que lo sabría desde hace mucho. Me dijo que la alce y ponga su colita sobre el lavabo, me quería hacer participar en sus jueguitos y cual obediente esclavo la levanté del inodoro y mantuve en la posición requerida para que mi nena le limpie bien la zona. Antes que el chorro de agua tibia toque su trasero los dedos de mi nena estaban en la diminuta rajita, "aquí es donde debes lavarte bien" decía, y pasaba su dedito casi frotando, un trabajo algo inútil ya que aún no la metía debajo del agua, solamente se estaba ensuciando la propia mano, pero si así le gustaba jugar, pues que juegue. Parece que entendió que no era correcto su proceder metiendo una mano bajo la canilla y apenas enjabonada la pasó por el anito de la otra, "este es el ...
    ... agujero para hacer caquita, también debes dejarlo bien limpito" decía. La trataba de estúpida, la chiquita ya sabía bien que esas cosas había que limpiarlas, con su yema repasaba el minúsculo y fruncido orificio pareciendo que dejaba ir el dedo hacia adentro para limpiar a mayor profundidad. La criatura lanzaba risitas por tantas cosquillas que le estaban haciendo, "ahora vamos a secar bien a la bebita" murmuró, con una toalla que temblaba un poco en sus inseguras manos repasaba concienzudamente todas las zonas mojadas, como al pasar distraidamente me rozaba el paquete con la manito que iba y venía. Al final no pudo más y lo agarró bien en la mano, total quedaba debajo de la beba en brazos y no vería nada sospechoso, masajeaba bien la creciente erección mientras daba besitos en esa pancita que estaba llena de risas. Así en brazos llevé a la bebita nuevamente a la habitación, casi la podía transportar sostenida solamente por el brazo central, parece que no necesitaba los otros dos. La dejé sobre la cama y Alicia se dispuso a hacerla dormir, le cantaba una canción de cuna mientras la acariciaba suavemente. Yo también quería hacer dormir a mi beba, estábamos en la posición de cucharita y repasaba su cabellera mientras una gran espada se hundía en la colita de mi amorcito, vestida claro. (continuará) 
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