Ocupando el lugar de papa - Relatos Eróticos

Ocupando el lugar de papa

... pudor coloque mi verga parada y caliente entre sus nalgas, ella al sentirla arqueo más la espalda y me presiono su enorme cola contra de mi. Yo no sabía que más hacer ya que no se podía hacer ruido y mi falta de experiencia no me permitió tomar la iniciativa, a la mañana siguiente ya no había dudas de que estaba enamorado de mi madre, y desde ese día solo podía pensar en ella, cuando estábamos solos la abrazaba y apoyaba , los juegos de manos ya eran para tratar de rozar sus tetas, y cada vez que salía del baño tenía mis ojos posados en ella para no perder ningún detalle, así continuamos hasta que falleció mi padre, siempre mantuvimos ese trato especial cada vez que podíamos, pasaron los años y nos fuimos alejando por falta de tiempo, pero siempre se mantuvo el vínculo entre nosotros , a los 19 años yo empecé a trabajar y estudiaba de noche, conocí a mi novia de ese momento, y mi hermano se casó y se marchó a hacer su vida con su esposa. 
Una mañana de lluvia por correr el tren me caí y fracture la pierna, como pude fui al hospital, y me colocaron un yeso, tomé un remis y al mediodía volví a mi casa con esta novedad, mi madre al verme me dijo que no me preocupara que ella me cuidaría, yo le dije que no le dijese nada a mi hermano , que no era nada y no quería preocuparlo, así me instalé en mi habitación donde solo pasaba el tiempo para dormir en la semana y los fines de semana, mi madre continuamente preguntándome si necesitaba algo, y empezamos a aprovechar el tiempo para ...

... charlar ya que no lo hacíamos tanto como antes, mi novia faltó a la facultad ese día y fue a verme después del trabajo, yo se lo agradecí y le dije que no se preocupara que nos veríamos los fines de semana. Al otro día ya me ganaba la incomodidad y no quería usar las muletas, me iba a dedicar a descansar total mi madre estaba contenta de atenderme, transcurrió ese día, y es bastante soso y aburrido estar todo el día acostado, me levanté y fui hasta el comedor  estaba mi madre y me pregunto si necesitaba algo, le respondí que no que solo quería caminar, me pregunto si me molestaba o me picaba adentro del yeso, y en ese momento tuvo la idea más brillante de nuestras vidas, me pregunto si quería que me ayudara a bañarme. Humildemente le respondí que no, que no se hiciera problema, pero el trato que teníamos y la situación eran únicas, le pregunté si se animaba, si si hijo, por su puesto me respondió, bueno gracias ma, prepara que yo no puedo, si yo me encargo y de paso hago algo. Volví a mi pieza y ya sin la presión de mi padre, solos en la casa, podía volver a recrear nuestros juegos y tratos especiales, siempre con cuidado ya que no sabía como podía responder, pero me arriesgué. 
Me aviso cuando el baño estaba listo, yo había preparado ya todo un plan, me envolvi en una toalla y fui hasta el baño con un boxer y vería como reaccionaba, cuando me saque la toalla en la bañera y vio mi boxer me miró, y pregunto, si me bañaba vestido, le respondí que no pero que me daba vergüenza, ...