Mi amante secreto - Relatos Eróticos

Mi amante secreto

... desmayaba, Tom tenía su miembro que le reventaba y casi por una acción refleja me tomó por las caderas y poniéndome de espaldas me montó y me penetró con furia hasta quedar abotonados sintiendo una gran bola en mis labios y todo el miembro dentro mío que disfruté cada centímetro de él. Era tanto el jadeo de Tom y mis ganas de gritar de placer que temí que mis padres se dieran cuenta. En un movimiento bastante rudo después de estar abotonados por  mucho tiempo Tom se despegó de mí casi desgarrándome que no pude contenerme y grité de dolor y de placer mientras corrían ríos de semen por mis labios vaginales que en ese momento mi vagina era un volcán en erupción por lo enrojecida que estaba y debido  al aire acumulado dentro de ella hacían que el semen de Tom saliera despedido con fuerza deslizándose por mis piernas dejando una gran mancha en las cerámicas del piso de una mezcla de flujo, sangre y semen, mientras tanto yo estaba bañada en leche. Tom cayó sobre la cama rendido, yo lo miraba com si estuviera en otra dimensión, su imágen era tan abstracta que llegué a pensar que eso no había sucedido nunca que ...

... todo había sido producto de mi imaginación, había sido todo tan intenso que tanto Tom como yo estábamos muertos, sucios, cansados y en un éxtasis de placer. Me fuí al baño a higienizarme y mientras corría el agua por mi cuerpo sentí el deseo de llorar en una mezcla de sentimiento de culpa y la sensación de "anormalidad" de que esa perversión me hubiera dado tanto placer, llegué a creer incluso, que me estaba volviendo loca. Así fué mi primera vez, cuando Tom se integraba con los demás miembros de la flia yo sentía el morboso placer de que ese inofensivo y alegre perro era el que  había robado mi virginidad sin que ninguno de ellos llegase ni siquiera a sospecharlo. Bueno amigos si les gustó mi experiencia que les aseguro es ciento por ciento real, en otra oportunidad les contaré cómo continuó mi historia con Tom que les doy fé que no fué como Uds piensan, no fué nada fácil el proceso de aceptación de mi sexualidad con un animal, tuve muchos altibajos emocionales que prefiero dejarlo para una próxima entrega. Besos mis cahorritos y disfruten la vida con mucho, mucho sexo.  Hasta la próxima si Uds quieren.