1. Lechita para canela


    Fecha: 21/12/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... señor, por la inflexión de su voz me pareció que al decir “señor” quería que significara algo más, ahora él se marchó al exterior, y por la forma de hablar de ustedes, bueno de ti, estimo que nos necesitamos ¿Verdad?
    
    Lo tenía bien clarito y sin medias tintas, todo lo había simplificado en una sola palabra. No hacía falta explicar nada, solo dije ¡Sí! Feli agradeció ser mi primer contacto con una mujer de color, manejó los tiempos de mi descontrolada excitación.
    
    Olvidamos el café y fuimos a buscar el mullido sillón próximo para comenzar de inmediato “el tratamiento” decía sonriendo de manera especial, el marfil blanquísimo de su dientes destellan sonrisas con fondo canela. El síndrome de abstinencia era el cómplice de mi torpeza para moverme en su cuerpo.
    
    Arrodillada entre mis piernas, me desnudó de la cintura para abajo, previo halago por el un grosor, tomó entre sus manos el erecto miembro, ¡Por fin! tenía alguien que supiera cuanto necesito un tratamiento como este. Abrió bien la boca y entró cuanto le cupo, sabia en caricias bucales, sus ojazos no dejan de controlar mis reacciones y hacerme saber con mohines y gemidos como está gozando teniéndome prisionero de sus labios. Presiona la base para yugular los amagues de ir por la urgencia de la eyaculación, controla mi desbordante calentura para aumentar el goce tan ansiado varias veces estuve a punto y supo sofrenar la erupción seminal que fluía desde el refugio testicular.
    
    Era como un juego, en cierto modo ...
    ... sádico o de dominación, la doncella estaba venciendo a la bestia embravecía dispuesta a perforar una pared con su verga.
    
    Después de sofocar dos amagues, me dejó ir dentro de su boca. Ufff, qué alivio, la eyaculación fue un acto tormentoso y delicioso al mismo tiempo, sentía que la emisión superaba todo lo conocido, realmente sabía lo que hacía. Sostenía su cabeza para evitar que la fuerza del chorro la lanzara contra la pared ¿un poco mucho no? al menos esa era la sensación al liberar lo que parecía un enorme caudal de esperma. Previo a tragarse mi semen, volvió a sonreír mostrando esa dentadura reluciente.
    
    Abundante acabada, a presión, desbordó su boca, un hilo se escurrió por la comisura, recogió con la yema del índice, fue un acto pleno de lascivia y provocación, desafía que me deje llevar, que sabe de qué modo satisfacerme, que no necesito hacer todo y de prisa.
    
    - Lechita para canela. ¡Qué rica! - exageró el acto de lamerla.
    
    Con las piernas aun temblando, debido a la tensión acumulada que al descargarla deviene el relax que me dejó extenuado. Terminamos de desvestirnos y me la lleve a la cama conyugal. Me importó un carajo el respeto al lugar, mi único objetivo en ese momento era ¡COGERLA! ahí mismo, nadie podía privarme de montarme a esta deliciosa morena.
    
    Nos abrazamos, la mantuve un buen rato apretando colmando mis manos con los pequeños pechos, muy turgentes y los pezones tan oscuros y firmes. La muchacha seguía jugando y sobando el miembro, como si tuviera ...