1. Conejo a la cantonesa


    Fecha: 19/12/2017, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Javier. Algunos de los presentes, a uno y otro lado de la mesa, empezaban a ponerse nerviosos. Lucía no pensaba cambiar de opinión, sólo vacilaba por la coincidencia entre las propuestas de Javier y los razonamientos que ella misma le había hecho a Rodrigo, su jefe, al principio del conflicto, antes de que desde Frankfurt la obligaran a acatar la orden de cierre.
    
    “Cualquiera que le oiga puede pensar que nos hemos puesto de acuerdo”, pensó alarmada.
    
    En realidad no habían hablado para nada de la negociación durante la tarde anterior. Bastante ocupado estaba Javier en comerle el coño como un poseso y ella en correrse cuatro veces como una perrilla en celo con la preciosa verga del técnico de laboratorio bien hundida en su chichi.
    
    Reme susurró algo al oído de Julián y ambos pidieron disculpas y abandonaron el cónclave.
    
    Esos dos están conchabados, Julián, masculló Remedios llena de odio. Están liados. Son amantes, vamos. Y ese cabestro está largando todo lo que la puta de la rubia le ha dicho. Nos quieren joder vivos. Van a forzar la negociación para conseguir una reducción de personal. Estaba todo estudiado hace tiempo.
    
    Julián se mesó el cráneo lampiño y le dio dos vueltas a las puntas del mostacho. Sabía que la empresa tenía previsto cerrar las plantas. De hecho él se había embolsado más de diez mil euros para colaborar desde la delegación sindical a llevar a término los planes de la compañía. Pero aquello le cogía desprevenido. ¿Había actuado por su cuenta la ...
    ... rubia para llevar el agua a su molino? Si estaba de acuerdo con el capullo aquél, quizás entre los dos tenían prevista una estrategia alternativa. Él sabía lo que tenía que hacer.
    
    Gracias por la información, Remedios. Ahora mismo lo voy a arreglar. Y los dos volvieron a la sala de reuniones con gesto de determinación.
    
    Y DE NUEVO A MURCIA, GENTE!
    
    Metidas Nati y Mei en harina, la mañana pasó rápidamente.
    
    Hacia las dos, la primera empezó a quedarse dormida y tuvo que ir a buscar una coca cola familiar y unas patatas chips.
    
    ¿Comemos ya, Mei? Es que he dormido poco y he de espabilarme. O como y bebo coca cola, o me quedo frita.
    
    Si. Podemos comer ya, pero ¿Tienes algo preparado?
    
    Si, algo hay. Y Nati se fue a la cocina a inspeccionar el frigorífico.
    
    Mei estaba guardando el documento en el portátil cuando de pronto se abrió una puerta del pasillo, visible desde el comedor, y un sujeto en bóxers y camiseta pasó rascándose los huevos en dirección al baño.
    
    Mei no pudo gritar del susto mismo, pero reaccionó a los pocos segundos y corrió hacia la cocina.
    
    ¡Nati, Nati! ¡Hay un chico desnudo allí! Exclamó señalando hacia el pasillo.
    
    No te asustes. Son unos amigos que se han quedado a dormir. Ahora mismo ya se van.
    
    Diego apareció con cara de sueño pero vestido correctamente.
    
    ¡Ostras, Mei! ¡Qué alegría, guapa!¿No te acuerdas de mí?
    
    La blanca cara de Mei se iluminó, aunque sus mejillas adquirieron un tono rosado.¿Diego? ¿Eres tú, no?Diego se acercó algo ...
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