1. Una estadía en Mallorca, el segundo d&iacut


    Fecha: 18/12/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... me abrazaba por la cintura, levantándome en vilo. Una verga bien endurecida se ubicó entre mis nalgas y entonces sentí el pinchazo, cuando esa pija pulsante se metía a fondo en mi lubricada vagina desde atrás.Mis pies estaban en el aire y yo podía sentir que estaba empalada en esa maravillosa verga dura sobre la cual me hacían subir y bajar. El dolor pronto dejó paso al placer y entonces me abandoné totalmente. Cerré los ojos mientras disfrutaba la cogida.Nadie a mi alrededor podía darse cuenta de lo que estaba sucediendo, los cuerpos estaban muy pegados y en realidad, todos estaban allí bailando sin mirar a un lado.El orgasmo me sobrevino de improviso, aullé como una loca sintiendo esa verga que entraba y salía de mi concha ardiente. La música a pleno volumen era una ventaja para apagar el placer que sin duda hubiera resultado vergonzoso. El tipo siguió bombeándome con furia hasta que de repente resopló en mis oídos y por fin se quedó quieto, todavía abrazando mi cintura. Entonces pude sentir un volcán en erupción dentro de mi cuerpo y su semen hirviendo entrando a borbotones en mi concha.El hombre se quedó unos segundos más en la misma posición; luego sentí que sacaba su endurecida verga de mi cuerpo y me depositaba por fin otra vez en el suelo. Me besó en la nuca, se desprendió del abrazo y desapareció entre la multitud. Cuando quise voltear a mirar quién había sido, ya no estaba ahí.Sentí una opresión en el pecho, necesitaba respirar aire fresco, así que intenté ...
    ... abrirme paso entre la gente buscando una salida.Apenas había avanzado unos pocos pasos, cuando otra vez alguien me abrazó por detrás y me levantó del suelo. Podía sentir otra dura verga apoyada contra mis nalgas a través de mi vestido. Bajé la mirada y pude ver que el poderoso brazo que me sostenía era de piel negra. El hombre fue abriéndose paso entre la gente y yo cerré los ojos; con tanta música a todo volumen y efectos visuales ya me estaba mareando un poco.De pronto el sonido se apaciguó un poco y entonces abrí mis ojos, viendo que estaba dentro de una especie de, con cajas de bebidas en una pared y una vieja pero firme mesa rectangular en el medio.Me liberé del abrazo y giré para mirar a mi raptor. Era el negro gigantesco que me había cogido tan bien la mañana anterior en la caverna de la playa.De verlo frente a mí, se me humedeció nuevamente la concha.Pero el negro enorme tenía otras intenciones. Sonrió diciendo:“Puta blanca, hoy voy a disfrutar de tu culo estrecho”.Quise protestar, pero apenas abrí la boca se abalanzó sobre mí y me hizo girar en el aire, empujándome contra la mesa. Apoyó su enorme brazo sobre mi espalda y me hizo doblar en dos, dominándome completamente.Luego levantó mi vestido, dejando mi trasero al aire. Dejó escapar una sonora carcajada al ver que yo no usaba tanga.Volvió a reír: “Por qué te quejas, puta, si has venido lista para mi verga negra”Le supliqué que me cogiera la cola con delicadeza; no quería terminar la noche en un hospital por culpa de un ...