1. Sexo duro en el gimnasio del hotel


    Fecha: 28/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Carlos, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Una de pistas que te da un hotel bueno es lo que te encuentras encima de la cama, esta vez había una pequeña caja de cartón con el logotipo del hotel impreso a todo color y una tarjeta que decía "Bienvenido a nuestro hotel Sr Díaz, le deseamos que pase una agradable estancia con nosotros."
    
    Dentro de la caja había bombones de chocolate, tres para ser exactos.
    
    -Parecen ricos - dijo Carlos mientras los cogía y los dejaba en el escritorio que estaba enfrente de la cama.
    
    Dejó su maleta de cabina a un lado de la habitación y se tumbó en la gran y mullida cama.
    
    - Madrid, por fin.
    
    Cerró los ojos unos minutos y se incorporó para sacar del bolsillo de su pantalón el teléfono móvil. En la pantalla tenía varios mensajes por leer,  entre ellos había varios de Grindr.
    
    - Esta vez no hay tiempo chicos, tendrá que ser para la próxima.
    
    Carlos apagó su teléfono y llamó a recepción del hotel desde el teléfono que había encima del escritorio.
    
    - Hola, ¿tienen gimnasio?. Perfecto, segunda planta. Gracias.
    
    Carlos entró en el gimnasio equipado con una camiseta de manga corta de color azul celeste y unos pantalones negros de lycra un tanto ajustados y que eran a veces un imán de miradas cómplices y es que su bulto no pasaba desapercibido por los que andaban buscando algo más que mover pesas arriba y abajo.
    
    El gimnasio no era muy grande pero estaba muy bien equipado. Tenía forma de L, se entraba por la parte superior y en la parte inferior derecha habían dos puertas que ...
    ... daban a los vestuarios, uno para hombres y otro para mujeres, él ya venía cambiado de la habitación así que podía empezar a hacer sus ejercicios.
    
    Era la tarde de un domingo y el gimnasio estaba desierto, tenía todas las máquinas para él.
    
    Empezó con un poco de cardio, se puso encima de la cinta de correr y la puso en marcha, al cabo de unos minutos cuando se le empezaba a humedecer la frente escuchó que alguien entraba en el gimnasio. No pudo ver quien era porque las cintas de correr estaban al lado de las puertas de los vestuarios. Esperó intrigado por ver quien aparecía y al par de minutos vió un chico que debería tener unos 25 años, bastante fibrado pero no tanto cómo Carlos. El chico llevaba una camiseta negra y unos tejanos, no parecía que fuera a hacer ejercicio sino que tenía toda la pinta que quería echar un vistazo.
    
    - ¿Hola? - dijo el chico.
    - Hola - respondió Carlos.
    
    El chico se puso encima de la cinta de correr al lado de Carlos y la puso en marcha.
    
    El chaval empezó a correr y Carlos siguió con lo suyo. A los pocos minutos empezó a sudar y desde el espejo que tenía delante vio como el chaval no apartaba la mirada a su paquete, parecía hipnotizado por los vaivenes de la polla de Carlos dentro de sus calzoncillos. Carlos paró su máquina y por el espejo seguía viendo como el chaval no apartaba la mirada de su paquete. Carlos se sentó en la banqueta detrás de la cinta de correr, mientras se secaba el sudor de su cara abrió las piernas para que el chaval ...
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