Una noche en la carretera - Relatos Eróticos

Una noche en la carretera

... no darle más vueltas, dijo.
Yo sentí un punzón en el culo primero que me corrió hasta los huevos. Cómo eran esas orgias, como conseguía uno entrar a una de ellas, le pregunté. Así eran las cosas entonces, me dijo, sin explicar mucho. Las muchachas andaban en plan muy liberado y nosotros a disfrutarlo. Aunque sabes, me dijo, lo que más me gustaban de esas fiestas eran los cuartos oscuros. Y eso què es, le preguntè. ¿Nunca has oìdo hablar del cuarto oscuro? No, le dije. Pues es un cuarto en donde la gente que entra sabe sòlos dos cosas, que ahì dentro se hace de todo y que no sabes a quièn te puedes encontrar.
Mi mente estalló, el pito se me puso duro duro y el culo empezò a calentarse muy cabròn. Verga o vagina, me dijo, cualquier cosa puedes encontrar ahí.Cualquiera puede tocarte, ya tu sabes si lo tomas o no.
No es cierto, le dije, no te creo. Claro que sì. Me dijo, mientras salìa de la carretera y entraba a una zona de acotamiento muy oscura. A poco no te gustarìa probar algo asì. Mira, dijo, apagò el coche y de pronto todo se volviò oscuro, muy oscuro. Algò asì. Y me tocò el pito con la mano. Tù, por ejemplo, sientes que esto te estorba ¿o no? Yo intentè echarme para atràs pero no habìa hacia donde moverse. El pito me latía a cien y lo sentía duro y caliente.
Cerrè los ojos, inhalè hondo y agaché la mirada. A veces sí, le dije.
Él soltó la carcajada. Lo sabía putita, tu no buscabas raid, lo que buscas es un macho que te de verga. Que te abra en dos el culo y te la meta hasta dentro. 
Sí, dije tímidamente, eso me gustaría mucho. 
Continuarà...