Marta la secretaria. - Relatos Eróticos

Marta la secretaria.

... jale así mi y la senté en mis piernas. Y sin pensarlo la besé, ella respondió mi besó. Nos seguimos besando por un buen rato, le agarré sus nalgas y sus hermosas piernas. Le agarré sus senos y le desabotone su blusa y vi unas tetas grandes, cómo pude le desabroche el brasier y empecé a chupar sus hermosos pezones, sus gemidos me decían qué estaba haciendo un buen trabajo. Mis manos recorrían sus piernas y fui más allá. Metí mi mano y empecé a masajear su entrepierna, sus gemidos me decían qué iba por buen camino. Estás loco, me dijo. Pero me encantas le dije. Tranquilo me dijo, se levantó y me llevo al escritorio. Se sentó en el escritorio, y me empezó a desnudar, yo estaba perdido. Mi erección era total, ella se quitó todo, sólo se quedó con su tanga, ven me dijo, y me acerco a ella. Temblando le quite la tanga y ella sólo sonreía, estaba totalmente depilada, mis dedos empezaron a jugar y se empezaron a mojar, decidí ir por todo, me acerqué y decidí penetrar, de manera lenta. Sus gemidos me indicaban que iba bien, empecé a penetrar más fuerte, mientras ella disfrutaba. Tranquilo no vayas a terminar aún, me llevo al sillón y me empezó a montar, de una manera algo salvaje, me dijo te gusta, apenas y pude contestar qué si. Verla cómo me montaba, era un espectáculo, se movía muy bien y sabía cómo volver loco a un hombre, espera no termines aún. Ella se detuvo y me dijo levantate, me puse de pie y ella se arrodilló, tomó mi pene en su mano, y lo llevo a su boca, en ese momento pensé que terminaría, pero no, su mano y su boca hacían un trabajo perfecto. Después de unos minutos, terminé sobre sus hermosas tetas y ella me dijo, estuvo bien, muy bien. Después salimos, de manera discreta. Y seguimos trabajando. Pero después que pasó?.