Ella me inició - Relatos Eróticos

Ella me inició

... cuenta rápidamente q otra vez tenía la parado el miembro. Lo tomo con la mano y dijo en mi oído - le voy a dar besitos a tu amiguito también-
Yo estaba en el paraíso con esa diosa a mi lado.
Nos dimos otros besos mientras Aleja no dejaba de masturbarme, ella bajo y casi me vuelvo loco cuando sentí el calor de sus labios tocando mi pene, primero dándole besos de pico y luego succionando mi cabeza hasta perderse dentro de su boca, pasó unos minutos así y luego se lo fue metiendo todo, sentí clara mente mi pene tocando su garganta, yo no quería q eso se terminará nunca, ella se levantó se quitó la blusa y al fin pude ver esas ricas tetas color caramelo con sus grandes pezones cafe oscuro q invitaban a mi boca a tomarlos y besarlos sin para. Ya para eso momento yo solo actuaba por puro instinto, apretaba esas enormes tetas y besaba sus pezones, le tenía las tetas llenas de saliva de tanto besar y pasar mi lengua por todo el contorno. Aleja se acostó en el piso y yo me lancé sobre ella, la seguí besando y sobando mi pene en su entrepierna q aún llevaba puesta toda su ropa, empecé a meter la mano por debajo de su short, hasta q llegue al punto exacto, era la primera vez que podía tocar una vagina, la verdad no sabía q hacer, pero tenía la guía de Aleja.
Tomo mi mano y la puso justo en su clitoris y dio pequeños masajes en forma circular, hasta q dejo q yo lo hiciera solo.
Luego me dijo te toca devolver el favor, es tu turno de lamer mi vagina. Respondí que no sabía hacerlo y ...

... me indicaba con sus dedos donde tenía de lamer y como tenía q succionar su clitoris.
Yo estaba con ganas de penetrarla en ese mismo instante, pero solo obedecía las órdenes de la mujer q sería la q iniciará mi camino en el mundo del sexo y los placeres.
Llegó el gran momento, me hizo acostarme y ella se sentó sobre mi pene, ya estaba bañado de líquido seminal, de un solo senton se lo introdujo todo y empezó a moverse, yo no paraba de apretar esas enormes tetas q bailaban en mi rostro, lamía sus pezones y apretaba cada una contra mi rostro, Aleja de levantó y puso su vagina en mi cara, me dijo q siguiera lamiendo y chupando su clitoris, yo seguía obedeciendo cada orden q me daba, luego se dio la vuelta y dijo hiciera los mismo, por primera vez pude ver su ano castaño oscuro, no me importó el olor, yo apreté mi rostro contar ese ojete y lo lamí hasta q me dolió la base de la lengua, para ese momento Aleja se había agachado y me estaba dando otra mamada, era una especie de 69 tan delicioso q aún ahora después de tanto tiempo sigo practicando con mi pareja.
Aleja me volvió a decir q me acostara y en esa misma posición, dando me la espalda, se introdujo mi pene en el ano, puso su mano en mi pierna para q no me moviera y lentamente fue bajando introduciendo cada centímetro de mi miembro en su ano, hasta q sus nalgas toparon con mi pelvis.
Empezó a subir y bajar, primero suave y poco a poco aumentando la velocidad, yo me movía al ritmo q Aleja ponía, pasaron varios minutos y la ...