1. Estrenado en sueños


    Fecha: 15/09/2020, Categorías: Bisexuales Tus Relatos Autor: Contador4u, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    La noche estaba fría y el viento asotando las ventanas de la oscura habitación del hotel que compartíamos mi tío Gilberto y yo, sonaba tenebroso. La tormenta nos había obligado a parar en un hotel de paso, cuando regresábamos de un paseo familiar. Gilberto era un tío de cariño, hijo de unos amigos de mis padres, muy cercano a la familia. Yo me ofrecí a acompañarlo para que no condujera solo, era sin duda mi tío preferido. Mi tío pidió una habitación de una sola cama por resultar más económica, la cual compartiríamos pero yo decidí dormir sobre el piso. Gilberto se duchó antes de acostarse, y lo vi meterse desnudo a la cama, mientras yo dormía en ropa interior. Al principio noté que estaba muy inquieto y pude ver en la oscuridad como que se sacudía el pene debajo de las colchas. Más tarde, cuando Gilberto y todo alrededor estaba quieto,  sentí miedo y corrí a refugiarme a la cama con Gilberto mientras él dormía plácidamente sin percatarse de mi intrusión en su espacio privado. Gilberto era algo mayor que yo, andaba alrededor de los 25 en aquellos días, y yo apenas con 16 me sentía protegido estando con él. Cuando levanté las colchas para acostarme obrservé que Gil seguía desnudo, con el pene a media erección, pero en ese momento no me importó. Me abrazó instintivamente cuando sintió mi cuerpo a su lado y yo no me opuse para no despertarlo, solo me aparté un poco del roce de su pene en el dorso de mi mano; vencido por el cansancio y ahora sintiéndome seguro, de inmediato me ...
    ... quedé profundamente dormido, girándome de espaldas hacia él. 
    
    Más tarde desperté sintiendo un cuerpo tibio pegado a mis espaldas, reconfortante, y me sorprendí de que ahora estaba también yo desnudo pero no sentía frío sino un agradable calor recorriendome de los pies a la cabeza. Me quedé quieto, a la expectativa, ante la sorpresa de ese inusual despertar a media noche. La habitación estaba en silencio, el viento frío aún asotaba las ventanas, pero yo solo escuchaba la respiración de Gil un poco agitada, muy cerca de mi nuca y aspiraba el aroma agradable de su loción. Conforme el sueño me abandonaba, fui más consciente de la situación. Gil me había despojado de mi ropa interior mientras dormía, dejándome completamente desnudo, y sin haberme dado yo cuenta. 
    No sé cuánto tiempo lleva tocándome y arrimando su cuerpo desnudo al mío, pero sin darse cuenta había conseguido despertarme sumamente  excitado, pero con una excitación diferente, anhelante de esos roses por detrás, ávida de esas manos que, según me fuí percatando, se esmeraban y entretenían tocando y separando mis glúteos carnosos, a mi edad completamente lampiños aún, como de mujer; penetrando delicadamente con la punta de su dedo medio mi estrecho ano que hasta esa noche conservaba virgen de pene. Me metía y sacaba hasta el primer falange por el ano que me mantenía lubricado con su saliva, y luego dos. Era una sensación distinta y de la que disfrutaba mientras apretaba mi esfínter alrededor de su grueso dedo, como ...
«123»