Estrenado en sueños - Relatos Eróticos

Estrenado en sueños

... mordiéndolo con el culo para comerlo poco a poco hasta que lo devoré entero. -Qué manos tan grandes tiene, y que delicado su tacto...pensaba para mí cuando las sentía apretarme las nalgas y abrirlas para dejar expuesto mi culito a su disposición. Me sentía muy excitado, gozozo, pero diferente, no tenía mi pene erecto, solo el ano muy sensible, me mojaba y mordía los labios, sin moverme dejándolo hacer a su gusto. 

Pronto sentí que apuntalaba el orificio de mi ano con la cabeza caliente de su pene duro, recorrió con la gruesa puntita, como dibujando con jugo preseminal, el anillo exterior de mi cerrado ano. Aún sin reaccionar, simulando que dormía, pero cooperando y disfrutando a plena conciencia la sensación que me causaba su pene, sentí que me mojaba más el ano, lubricándolo, con el jugo tibio y  cremoso que salía de su pene al tiempo que relajaba el esfínter de mi ano, le facilitaba el avance de su pene mientras hacía una presión suave para penetrarme. Lo hizo con mucha delicadeza, para no despertarme y yo disfrutaba cediéndo cada vez máscara virginidad de mi ano; pretendía moverme en sueños hechándo el trasero hacia atrás y atrapando su duro pene entre las nalgas para facilitarle su labor.  Cuando el glande duro y caliente venció finalmente la resistencia que le oponía mi antes cerrado esfínter, se me escapó un gemido profundo y ronco -Aaaaaahhhhyyyyyyyyyyy! Sin retirar su pene de mi ano, hizo pausa como esperando alguna reacción o por ver si despertaba, pero la ...

... plácida quietud en la permanecí después de asimilar el ligero dolor que me causó lo motivó a insistir en su tarea. Introducirme el resto de su largo pene no le demandó menor paciencia por su grosor y la estrechez de mi pequeño ano en proceso de ser estrenado. Sujetándome por la cadera y lubricándome con chísguetes de jugo preseminal me fue penetrando centímetro a centímetro hasta meterme los 12 del largo de su pene. A cada pedacito que me metía le correspondía apretando y relajando el esfínter, como chupándole el pene con el culo, invitándolo a penetrar más profundo. Por mi cuenta sentía un placer como nunca con su pene que me desgarraba, al tiempo que me ensanchaba el culo, y me lo abría en profundidad. Dejó reposar un momento su pene duro y caliente en lo profundo de mi cuando por fín me lo metió todo. Ahora me costaba más trabajo apretar el esfínter, que acababa de ser totalmente vencido y con el culo muy abierto por su grueso pene. Volví a gemir con mucho placer, haciéndolo parecer como un sonido natural entre sueños. -Aaaagggghhhhh....mmmmmhhh! Quería gritarle lo mucho que me estaba gustando su verga. Luego se apartó un poco, sacándome el pene casi en su totalidad, dejando solo el glande aprisionado dentro, como para que no se me cerrara el culo de nuevo. En los segundos que lo mantuvo fuera de mi, sentía un vacío profundo, anhelante de ser rellenado de nuevo. Deseo que tuve inmediatamente satisfecho cuando volvió a embestir mi ano con toda su longitud, aunque ahora con menor ...