CON LA MADRASTRA “OH! MI CATA” - Relatos Eróticos

CON LA MADRASTRA “OH! MI CATA”

... parte no quería irme.Quería seguir aprovechando para mirarla con el mayor detalle, pero al parecer no supe disimular porque  Cata reacomodándose su bata lo mayor posible  me dice; 
Cata: Todo estaba bien! Gracias por venir. Es mejor que vayamos a nuestros cuartos
Era evidente que se había percató de mi acaloramiento y que me estaba despachando, lo que fue un timbrazo para mí, pero al rato volvían las imágenes de su cuerpo a mi cabeza, intenten con una ducha fría pero la calentura solo paso con la dedicación de una masturbadita en su nombre “Oh! mi Cata”
Esa mañana paso! Pero el deseo iba incrementando al igual que las fantasías eróticas pues me la imaginaba poseyéndola en todas partes de la casa, de su casa! La cosa paso mayores cuando empecé a utilizar su ropa interior para mastúrbame, la cual termine manchando en una oportunidad y me toco desaparecer la prueba porque al lavarla me la tire con un blanqueador.
Sin embargo todo no sería más que una fantasía lejos de pensar de que el deseo se hiciera realidad pero la suerte me sonrió.Claro! Que en un principio no lo vi así y todo se presentó tan rápido como tan rápido fue el goce. A los  dos meses de cuarentena el confinamiento se flexibilizaba pero el daño económico en la sociedad se hizo visible, mas necesidad y más miseria, Originando que los delincuentes se alborotaran, tanto así que un día después de que mi  padre  se había marchado para trabajar como para eso de las 10:00am por la entrada del pórtico se entraron tres ...

... delincuentes dos mujeres y un hombre. Rápidamente ingresaron a nuestras habitaciones y nos  sujetaron llevándonos a la sala, allí nos amenazaron con sus armas para entregarles todo lo de valor e increíblemente la líder era una mujer, una de las vigilantes del conjunto que conocía muy bien todo! Que se ensaño con Cata y con palabras vulgares trataba de asustarla a tal punto que la obligo a que entregara las claves de todo. Y Cata en realidad estaba colaborando hasta les indico lo de una caja fuerte escondida, pero parecía que nada los calmaba en el fondo se percibía el resentimiento por ser nosotros acomodados o en palabras de ellos unos ¡Hihueputas Ricos! Pero también  se vio la envidia por Cata de ser una mujer bella, pues la líder a la que llamaban Kika no hacía más que recriminarle cosas y en especial cuando saco del cuarto de Cata sus joyas, perfumes y ropa. Cata por el contrario solo procuraba calmar la situación accediendo a todo, por mis hermanitos quienes estaban encerrados en otro cuarto. Para ese momento sabía que era el hombre de la casa pero estaba petrificado con la situación pero en un momento saque fuerzas al meter la mano en mi bolsillo estaba mi teléfono, era la oportunidad de llamar alguien por ayuda, pero el problema mayor era poner la clave para activar la pantalla de mi teléfono sin que se percataran ninguno de los asaltantes, habría que buscar el momento oportuno y  eso ocurrió cuando Kika quiso humillar Cata ordenándole al hombre que las acompañaba un ...