1. Mis inicios como tranny V, Mi primer trío


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: WendyTrans, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Durante casi dos años completos me hice amante/novia de mi primo Miguel, a la vez que comencé mi tratamiento hormonal, no sólo apoyada por él, sino por mis mamá y mis tías, además de mi amiga Cinthya. Luego de dejar la prepa y ya déjando de lado la ropa de hombre, para la universidad aunque me inscribí con mi nombre legal de hombre, ya iba a clases vestida de mujer. Afortunadamente ni los profesores ni los compañeros me hicieron ningún desprecio que se pudiera notar. Entré a la facultad con deseos de aprender y conocer nueva gente. Ya para ese momento Miguel había regresado a Monterrey y yo me había quedado sin pareja, salvo el dildo que él me dió como regalo de despedida.
    
    En ese primer cuatrimestre conocí a Julio César, un chico bastante guapo, no muy alto, de piel apiñonada, ojos clor cafés claro y lo que lo hacía más sexy para mí es que era canoso prematuro, lo que lo hacía verse más grande que los 19 años que tenía, dándole además una personalidad más atrayente. Desde que lo ví y comencé a platicar con él, de manera inmediata quedé prendada de él. Buscaba cualquier oportunidad para estar cerca de él, sentarme junto a él en las clases, irnos juntos a la hora de la salida, etc. Él se dió cuenta de ello y aceptaba pasar mucho tiempo conmigo. Poco a poco fuimos ganando confianza y a platicarnos nuestras cosas más íntimas. Yo le hablé sobre mi transformación; le hablé de mi novio Miguel (nunca le mencioné que era mi primo) y cómo, incluso, había perdido mi virginidad con ...
    ... él. Por su parte, conocí mucho sobre su vida, su familia, sus gustos y cosas así. Yo siempre me refería a él como "Julio" hasta que me dijo, "Wendy, no me lo tomes a mal, pero no me gusta que me digan Julio, prefiero César, ¿me puedes llamar así preciosa?", con mucho atrevimiento de mi parte tomé su mano a la vez que le respondía, "claro que sí César" y él apretó con suavidad pero de manera firme también mi mano.
    
    Yo soñaba y usaba el dildo por las noches pensándo en que era César quien me hacía el amor, pues yo me derretía por él. Trataba de insinuarmele para que me hiciera caso, pero siempre se portaba muy caballeroso conmigo y parecía no entender mis indirectas, hasta que un día, en una fiesta a la que me invitó, decidí de plano declarármele. Ese día me puse un minivestido azul marino, con botones blancos, puños blancos, bolsa y cinturón también blancos, medias blancas de fantasía y zapatos del mismo color (les incluyo una foto que ese día me tomó, con mi propia cámara, el propio César) La fiesta era un hotel de lujo y no recuerdo bien si era una graduación o algo así, la verdad no me importaba el motivo, lo que me importaba era que él me había invitado e iba a ir como su compañera.
    
    Ya enmedio de la fiesta le dije a César, con mucho aplomo "Dime la verdad, ¿no te gusto? por más que hago lanzándote indirectas muy directas, pareces no darte cuenta de que me gustas un montón". Él se quedó pensativo, le dió un trago a su whiskey, se ajustó la corbata, aclaró su gargánta y ...
«123»