1. Después de desvirgarme, fui la putita del capitán.


    Fecha: 01/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... culito vicioso que tienes. Todo esto es para ti, te la voy a meter hasta los mismísimos cojones. Vas a gemir y chillar como una perra en celo.
    
    
       Anda, túmbate en el suelo y ábrete de piernas que quiero follarte así echado sobre el suelo.
    
       Tumbándome sobre el suelo como me había ordenado, notaba como un hormigueo recorría mi cuerpo al sentir al maduro abrirme de piernas, agarrarme con sus manos por la cintura pegando mi culito a sus genitales.
    
       Así maricón, así. Anda levanta un poco el culito para que pueda meterte mejor la verga. Así, así, decía mientras yo levantaba un poco el culo, facilitándole la penetración.
    
       Noté como colocaba la punta de su polla en la entrada de mi abierto y dilatado ojete, y poco a poco me iba introduciendo aquella larga y enorme verga en mi culito.
    
       ¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía notando como mi culito era invadido por aquella enorme tranca.
    
       ¿Te gusta maricón? Te gusta, ¿eh? Mira cómo gimes.
       ¡Ufff que gustito! Mira que mojadita tienes la pollita, la tienes toda pringada, maricón, me decía pasando sus manos por mi polla y genitales, mientras me arrimaba tirando por mi abdomen a la vez que me ensartaba la polla invadiendo mi cuerpo.
    
       ¡Dios! Aquella verga me llegaba a la boca del estómago. El muy hijo de puta tenía un vergón enorme. Me sentía totalmente invadido por aquella tranca.
    
       Una vez me tuvo bien empalado, deslizando sus manos por mi abdomen, las fue llevando hasta mis hombros, y recostándose sobre mi ...
    ... espalda, empezó a darme por el culo. Primero fue moviendo su pelvis poco a poco, notando yo como aquella polla me iba taladrando el culo poco a poco, y como sus enormes pelotas chocaban una y otra vez con mi ano, haciendo que me abriera cada vez más de piernas.
    
       ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba el maduro recostado sobre mi espalda a la vez que con su boca mordisqueaba mi oreja, mientras me culeaba, dándome por el culo allí tumbado siendo observado por mi capitán y el otro maduro.
    
       Se podía escuchar los gritos que daba mientras me sodomizaba, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! El golpeteo de sus pelotas al chocar con mi ano, chof, chof chof chof, y los gemidos y lamentos que yo daba cada vez que su verga invadía mis entrañas, ¡ohhh! ¡ohhh! ¡ooohhh ohhh! 
    
       Menuda follada que me estaba dando el muy hijo de puta. Yo no paraba de gimotear, notando como el maduro aquel me daba por el culo, y como mi polla no paraba de gotear semen.
    
       Cuando empezó a culearme con mayor rapidez y darme envestidas más profundas, yo empezaba a gritar que me corría.
       ¡Ohhh! Me corro, me corro, ¡ooohhh! Gritaba yo explotando en un fuerte orgasmo que hizo que mi polla empezara a expulsar semen. 
       ¡Dios! Había largado 4 largos trallazos de esperma, que me habían dejado medio ido.
    
       Aún mi polla no había dejado de soltar semen, cuando el maduro gritaba que se corría. 
        ¡Ohhh maricón me corro! Me corro, me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ...
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