Andrea, mi linda y virgen noviecita - Relatos Eróticos

Andrea, mi linda y virgen noviecita

... movimientos apretando su vagina, en ese instante sentí sobre mi verga un líquido viscoso y caliente, se había venido de nueva cuenta y se dejó caer sobre mi pecho, tomo con su boca una de mis tetillas y las chupo, mordiendo al rededor de la misma y dejándome las marcas de esas mordidas, volví a tomarle las nalgas a jugar con ellas entre mis manos, levanto un poco su cabeza dejando a mi Merced su hermoso cuello, quise morderlo pero me contuve las ganas, no podía dejarle una marcas que se le verían horribles y a la vez mancharan su reputación 

La levanté y quedó montada de nuevo en mi, en un movimiento brusco mi verga salió de su cosita y se movía encima de la sin que se la metiera, despacio me fui acomodando para bajar hasta que mi cara quedó bajo su cuerpo, le mame su rajita y clítoris, me apretaba con fuerza con sus piernas asfixiandome, eso no me importaba, lo estaba yo disfrutando, de pronto una venida tras otra, llegó el momento en que mi cara quedó justo debajo de su culo lo que aproveche para lamerlo y hacerla lanzar un grito, ,me coloque de nuevo tras ella y poniéndola en cuatro seguí cogiéndola hasta terminar, pero de nueva cuenta no pare, con mucho esfuerzo continúe hasta en un par de minutos volver a venirme. Esta vez se recostó en mi pecho y besándonos nos quedamos profundamente dormidos. Unos minutos después nos levantamos a bañarnos, salimos a comer una pizza y regresamos a nuestro pueblo, la pasé a dejar a su casa.

Después de este día hemos tenido otros tres encuentro en donde la he enseñado a hacer de todo, y como piensa estudiar en una universidad de esa ciudad, he rentado un pequeño departamento en donde nos veremos las veces que queramos