1. La isla del amor (female friendly)


    Fecha: 29/06/2020, Categorías: Erotismo y Amor Tus Relatos Autor: gabi, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... placentero. Necesitaba que su hombre la penetrara y le diera todo loo que tenía adentro, y lo necesitaba en ese mismo momento. "Dame la toda y haceme tuya, soy toda tuya, haceme lo que quieras, reventame la vagina y llename de leche!!!" Su miedo a perder la virginidad se había disipado completamente al volver a su excitación máxima. "Dame tu pene ya!!!!"
    Santiago no perdió tiempo y se quitó sus boxer revelando el pene más maravilloso que Soledad jamás había visto o imaginado. El tamaño perfecto en su cabeza. Nunca había visto algo tan hermoso. Quería besarlo, lamerlo, jugar con él hasta sacarle todo lo que tenía pero decidió optar por su propio placer y le gritó más fuerte que se lo metiera.
    El hombre, buscando hacerla llegar hasta el extremo mayor del placer la tomó de las nalgas, las acarició firmemente de una manera muy sexual, le abrió las piernas y le frotó su miembro por la vagina, estimulando el clítoris y volviéndola loca.
    De pronto se detuvo, excitándola por su ausencia. Soledad sabía que se venía el momento. Abrió los ojos hasta ahora cerrados por el placer, miró a su hombre y vió que él también la estaba mirando. Su rostro se le acercó lentamente, y a cinco centímetros del suyo movió sus labios para decir dos palabras.
    "Te amo"
    Y dicho esto la besó y la penetró con toda la longitud de su miembro.
    Soledad lagrimeó pero no por el dolor, que no sentía en lo más mínimo, sino por el placer que jamás había sentido antes. Estaba tan excitada que no sintió dolor ...
    ... alguno, y sí un placer inigualable a todo lo que había sentido anteriormente. Estaba en el paraíso del placer sexual.
    Su hombre movió su gran pene dentro de su ajustada vagina con movimientos primero lentos y tiernos que se fueron acrecentando para derivar en veloces movimientos de cadera que daban una gran cantidad de placer con cada golpe, creando un ritmo acelerado y constante. El placer y la excitación iban en aumento.
    Soledad no podía más. Sabía que en cualquier momento tendría el orgasmo más fuerte de su vida y quería que fuera único. Toda su vida así lo deseó y así ocurriría. Estaba haciendo el amor con su hombre ideal a solas en el mejor lugar del universo. Era el momento más feliz de su vida. O más bien éste estaba a punto de llegar.
    El glande de su hombre la estaba penetrando cada vez más fuerte y profundo agrandando y ahondando su vagina hasta hace poco virgen hasta un punto que era imposible llegar más hondo. Estaban chocando pelvis con pelvis. El pene de Santiago iba cada vez más rápido y ella hacía los movimientos que su cuerpo le ordenaba, del mismo modo en que su garganta emitía ya no gemidos sino gritos desesperados, agradecidos y  de felicidad.
    El momento había llegado. Para los dos. Santiago sentía como una enorme cantidad de fluido seminal se desplazaba por su miembro, y el semen golpeando a la puerta con fortísimos toques cada uno de ellos más placentero que el anterior. Aguantaron lo mas que pudieron y se dijeron entre sí que estaban cerca.
    "Vamos a ...
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