1. Laura, mi amiga infiel


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Hetero Autor: guarrete25, Fuente: RelatosEróticos

    ... que seas tan bueno, es la mitad de la habitación, no voy a dejar que la pagues sólo.
    
    - Puedes pagar la próxima
    
    - Ya veremos si hay próxima
    
    Seguía tratándome así, le encantaba y he de reconocer que me daba morbo, no me lo ponía fácil y no sabía si en cualquier momento me iba a dejar sólo y no iba a volver a saber nada de ella.
    
    En el ascensor empezamos a besarnos muy apasionadamente, mucho más que la otra vez yendo al metro, ahora sabíamos lo que iba a pasar y lo estábamos deseando, la empujé contra la pared y mientras la besaba le metí una mano por el escote agarrando uno de sus duros pezones, ella me agarraba el pene por encima del pantalón pues ya estaba duro. Al llegar a la tercera planta nos bajamos disimulando aunque no nos encontramos con nadie.
    
    Llegamos a la habitación y entramos examinándola, yo esperé a que ella pasara cerca de la cama, la empujé y cayó boca abajo encima del colchón, yo me puse encima y le subí el vestido, las medias de rejilla se ajustaban a los muslos, llevaba un tanga rojo muy fino q me permitió una gran vista de su ano cuando le separé las nalgas. Le mordí y besé el culo, olía muy bien, se acababa de duchar, y tenía una piel suave sin ningún pelo en la zona. La noté incómoda y se giró lo que me permitió ver que había empapado el tanga, seguí besando sus muslos y acariciando sus ingles con mis manos.
    
    Fui subiendo y separando sus piernas, le aparté a un lado el tanga y por fin pude verselo, rosa, perfectamente depilado y ...
    ... chorreando, le caían gotitas entre las nalgas hasta la sábana.
    
    Empecé a acariciarle con la punta de la lengua y noté su calor y humedad, tenía muchísimo flujo y yo no pude resistirme, ella respiraba profundamente y acariciaba mi cabeza apretándola contra si misma.
    
    Metía la lengua entre sus labios, recorriendo su clítoris duro y abultado y ella levantaba ligeramente sus caderas marcando el ritmo. Con mi mano fui bajando por su muslo, tenía las rodillas dobladas así que pude llegar a su tobillo, le deslicé fuera el zapato tirándolo al suelo y pude acariciar su talón y su planta, no se quejó, sólo gemía y apretaba los dedos de su pie. Con las manos se acariciaba los pechos. Pensé que estaba cerca de correrse y aceleré el ritmo de mi lengua hasta q dio un ligero grito y empezó a dar botes con el culo en la cama, cogió la almohada y se cubrió la cara para que no se oyeran tanto sus gritos hasta quedarse relajada.
    
    Me limpié la cara con una toalla pues me había mojado mucho con sus flujos y me acosté a su lado. No esperaba que fuera muy cariñosa, pues nunca lo había sido pero desde luego no esperaba que pasara tanto de mí, no me dejó ni abrazarla.
    
    Al cabo de unos minutos de relax, se desnudó completamente salvo las medias y me desnudó a mí, me alegré de que no hubiera perdido el interés. Sin decirme nada, sólo mirándome, se subió encima sobre mi pene totalmente erecto quedando presionado bajo su sexo y se movió de alante a atrás, seguía tan húmeda que lo sentía suave y ...