Cómo comense a ayudar a mi cuñada 2 (defensa personal) - Relatos Eróticos

Cómo comense a ayudar a mi cuñada 2 (defensa personal)

... al recordarlo) al sentir que se empezaba a tratar de girar, le hice un poco más de presión mientras empujaba mi cabeza contra el pants. Bien, tenía que liberarla sino pensaría que la llave no servía.
_ ¿así?
-sí, mira lo dominaste muy rápido, pero recuerda que la práctica hace al maestro (ahora viene mi labia en toda su expresión y a mi beneficio) 
-yo creo que deberías de practicarlo más, pues es una llave muy común hay  mayor probabilidad que te la hagan para someterte ¿te parece si practicamos la llave 3 veces y como liberarte unas 6? digo por cualquier cosa.
_sí.
A lo largo de 4 horas estuvimos en el jardín “practicando” mientras descansábamos  de vez en vez íbamos a ver si el abuelo necesitaba algo, para que no vayan a pensar que soy un aprovechado  y  levantar sospechas si le enseñe a defenderse, JAJAJA  en retribución a los placeres que ella me brindaba al dejarme manipular su cuerpo y por esos roces ocasionales que nos permitimos.
Mientras estábamos  por finalizar la práctica le dije bien te hare un examen para ver si es que has aprendido a defenderte, fingiremos que yo soy un atacante (ya lo había fraguado todo en mi retorcida y perversa cabeza, aprovecharía para restregarme contra ella y en el forcejeo le tomara por la cintura para apretarla contra mí, subiría ocasionalmente las manos para tocar sus pechos, con el pretexto de llegar al cuello)
-	¡Listo comencemos!
Todo comenzó a  suceder  a pedir de boca,  estaba extasiado por la facilidad con la que ...

... podía tocarla y ella actuaba con naturalidad, como si no sintiera nada o  los movimientos fueran necesarios, de un momento a otro la sujete y la tire sobre el pasto yo quede en  pie, al intentar levantarse dejo ver que su pants se  había roto, pude ver sus pantaletas blancas, lisas como las que usan las niñas propias de su edad.
Esto me éxito en sobre manera,  la deje que se levantara solo para derivarla en el siguiente asalto, esta vez me apresure a tomarla por las piernas y quedar frente a frente con sus pantaletas al descubierto, sin darle tiempo a nada más, sujete  la parte trasera de sus rodillas con mis codos dejando libres mis manos para poder acariciar esa panochita acalorada y húmeda por todos los tallones que recibió a lo largo de la tarde, momento crucial mientras  “forcejeaba” con ella introduje  dos de mis dedos por la abertura del pants moviendo a un lado la pataleta y dejando a la vista esa panochita con algunos bellos tiernos propios de la edad, sin perder tiempo, humedecí  dos dedos con mi saliva y los introduje suavemente entre esos labios carmesí, tan calientes y húmedos que me dejaron envuelto en un estupor. Sentí que de repente se hizo de lado aventándome con facilidad pues mientras jugueteaba entre sus piernas deje de hacer presión para que no se pudiera levantar.
Se levantó e hizo una coleta y sin decir nada comenzó a caminar…
-	Nena, nena ¿ya te vas?
Dio media vuelta se veía clara mente molesta.
_ si ya me voy acabo de recordar que tengo mucha ...