1. Mi tía, mi amante


    Fecha: 04/06/2020, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Chaparrita gustosa, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi nombre no importa, pero me haré llamar Betsy, soy una chica bajita, morena clara un poco llenita sin llegar a ser gorda u obesa, tengo 20 años recién cumplidos y me considero bonita, mi cuerpo no me gusta tanto la verdad, pero tampoco estoy a disgusto con el, mis pechos medianos y redondos, mis nalgas un poco chicas para mí complexión corporal y me consideraba hetero, incluso tuve varios novios y con dos de ellos sexo, mucho sexo, más con el más reciente, y lo disfrutaba mucho, me hacía sentir satisfecha pero terminamos porque al fin hombre, me engañaba no con una, sino con varias.
    
    Estudie enfermería y por fortuna encontré trabajo en un hospital particular en otro estado vecino de donde yo soy.
    
    Mi tía ...Gaby le diré, tiene 32 años, es guapa, su piel un poco más obscura que la mía, bajita también pero unos centímetros más alta que yo, dejada tres veces y con tres hijos, ella se acababa de separar cuando llegó a la misma ciudad en que yo presto mis servicios con una tía de ambas a trabar en un almacén grande de la que es dueña. Vivía con ella, con nuestra tía en su departamento pero un día me dijo que no le gustaba porque no podía descansar bien, entre sus hijos de mi tía y nuestra prima (también con un hijo) el ambiente le era pesado. Yo rentaba un cuarto en una casa de huéspedes cerca de donde laboro y la convencí de rentar un pequeño departamento amueblado repartiendo los gastos, era un mini departamento la verdad.
    
    Por las noches nos poníamos a platicar de ...
    ... muchas cosas, así entre ello, de nuestra vida sexual.
    Una noche me platicaba que solo su última pareja la había llenado plenamente en cosa del sexo, pero la relación era no solamente sexo y por eso fracasaron, igual me comentó que tenía la mala suerte de que varias mujeres le echarán los perros, lesbianas (o machorras como ella les llamaba) y como tenía que sortear para evadir sus proposiciones, bromeando le decía que probará, quizás y ahí estaba su verdadera felicidad, reímos ante todo eso y nos acostamos, usábamos la misma cama pues igual había un solo dormitorio.
    Nos acostamos pero en mi mente quedó el recuerdo de lo que me dijo sobre las lesbianas que andaban tras sus carnes, porque ella si es un poco gordita, senos medianos y nalgas muy grandes... Y firmes. Su plática me dejó inquieta, incluso me sentí un poco húmeda, me levanté al baño y ella dormía profundamente, hacía un poco de calor y estaba en shorts corto y una playera roída como pijama, me acosté dándole la espalda pero sus grandes nalgas rodaron con las mías, mi piel se puso chita, chinita y sentí como si una corriente eléctrica me recorriera, me dí la vuelta quedando boca arriba y metiendo mi mano cerca de sus nalgas, estaba yo muy inquieta y en eso se medio despierta y al darse la vuelta mi mano queda bajo su enorme trasero, riéndose levanta un poco su cuerpo y yo pesadamente saco mi mano, sudaba mucho y estaba agotada, 
    
    -¿No te puedes dormir hija? Hace mucho calor
    -Si tía, mucho, estoy sudando
    Pero ya no me ...
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