1. La protestanta y yo 2. Sin repetición


    Fecha: 03/06/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo moscovita, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... del marido,  recién casada y ya el marido había ido a un reunión de caballeros de su congregación a otro estado. Era parte de la dote para casarse (¿en pleno siglo 21?), todo esto en un minuto.  Se acercó a mí,  y me tomó de la verga, a la sala, jalándome como si me trajera de un lazo.  Al sentarme se arrodilló y me comenzó a mamar, igual de rico que en el auto, con la boca llena de saliva y líquido preseminal, me dijo qué,  junto con otras de sus hermanas de fe, veían a escondidas videos porno y se calentaban. Al ratito, se paró y comenzó  a desatar su blusa, se la sacó  y quedó en sujetador, muy chulo por cierto, que comenzó a desatar por detrás, con su mano izquierda sujeto el par de copas y sólo hasta que estaba desatado quitó la mano, sus tetas brincaron, hermosas, grandes y picudas, pezoncito rojito y areola cafecita, de tan blancas, se notaban las venas y las arruguitas de su pezón. Se me paró más la verga. Desató su cabello de la pañoleta y su cabello rubio obscuro calló sobre medio rostro, ni aún un streep-tease de profesional fué tan cachondo como eso y faltaba más. 
    Se desató la larga falda brillante en color bermejo y la dejó caer, yo me sobaba la verga que estaba super babosa mirando el espectáculo,  bajó el fondo y surgió su pantaleta, una delicia del mismo color del sujetador en encaje, enmarcaban sus hermosas y blancas piernas,  que se ensanchan en la cadera, una amplias caderas y una puchita casi lampiña, me dejó bajarle su pantaleta, le di vuelta y aprecié ...
    ... sus redondas y riquísimas nalgas, blanquitas y listas a ser perforadas, percibí el aroma a limpio de ella y su ropa, así como los olores de su vagina y ano. No aguanté y comenzé a  chupar esa rica vulva, sentí sus pelos, ella abrió un poco sus piernas para facilitar la chupada, nombre, yo tomado de sus caderas parecía que quería hundir mi cabeza en ése coño. La senté en un movimiento rápido y ahora, le hice un streep-tease yo, que fue rápido,  ya queria coger. Ahí,  en el sofá,  ĺa comenzé a besar, dejamos que nuestras lenguas se conocieran mientras, acostados en el sofá,  yo con la mano diestra, la apachurrada con su cuerpo, le palpaba las nalgas y se las abría dedeando su ano, con la otra, tocaba sus tetas ella, por su parte, me masturbaba y con la otra, me acariciaba la cabeza. La levanté  y yo sentado aún,  la agaché, ella miraba de lado, para apreciar toda la grandeza: sus blancas y ricas nalgas se abrieron para ver su vagina por atrás,  dilatada y muy lubricada y su riquísimo ano, cafecito, arrugadito y palpitaba, se entreabría como queriéndo ser penetrado y eso se haría.  Lamí todo el perineo, desde su clítoris hasta su ano, metía mi lengua en todo rincón,  sujetado de esas caderas y pellizcando sus ricas nalgas. Me dijo que ya queria ser penetrada, aún no, me acosté y la acosté en un 69, le seguí mamando la pucha y con mis dedos, le abría el ano, para acostumbrarlo a ser elástico, rico marco de sus caderas,  nalgas y muslos empinados. Ella me chupaba la verga tomando ...