1. La protestanta y yo 2. Sin repetición


    Fecha: 03/06/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo moscovita, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola buen día.  Los relatos que escribo tienen dos propósitos, uno, que se queden en casa  y dos, comentar mis experiencias reales.
    Soy divorciado, no guapo ni fornido, mucho menos rico pero, tengo verba,  hay que encantar con la voz. Cincuenta años pero bien conservado y muy atento. Eso hizo que Ami, mi amante protestanta, me entregara el culo. Como recordáis, el primer relato, comenté cómo con Ami cogimos en su auto a por la mañana, a inicios de la contingencia y saliendo de allí, una de sus hermanas de fe, nos vio. Al acercarse,  saludo a Ami y a mí también,  ya que le conozco y le preguntó, incrédula que había sido eso. Sin mayores precisiones, le dijo a Ami o que le tocaba a ella o que decía al pueblo y a su congregación,  ahora describiré a Valeria, ocultando su verdadero nombre claro está: güerita, un poco bajita quizá 1,60 mts., bonita de cara,  ojitos verdes, con sus faldas largas no se nota mucho su cuerpo pero la cintura muy, muy delgadita, con las blusas flojas que usan, se notaban una enormes tetas, unas delicadas y hermosas manos, de 26 años, de verdad, una muñequita.
    Pactamos de que yo le vería en su negocio, en el centro de Toluca. La mayoría de esas encantadoras personas tienen negocios de bisutería en el centro de Toluca. Llegué casi para cerrar, un poco nervioso y algo caliente. Vale es, no sé  si la gerente o la dueña pero, mandaba a su gente a cerrar las cortinas de hierro.  Sólo me hizo señas con sus delicadas manos que aguardara. Rápidamente cerraron ...
    ... todo, los despidió con un buenas noches, que se quedaría a hacer corte, que había llegado el contador (yo). Cerramos la puertita de metal y, volteó,  sus manitas entrelazadas, mirándome con cierta inocencia, eso me puso mega caliente.  Me dijo que si nos íbamos a su nueva casa, al puebĺo, yo le dije que sí.  Abordamos su auto,  me pidió que yo manejara y así  lo hice. Íbamos rodando cuando siento su mano sobar la verga por encima del pantalón,  los arbortantes daban suficiente luz al pasar el auto, para iluminar su sonrisa lujuriosa, se transformó de inocente protestanta a perversa piccolina. Me bajó eĺ zipper y sacó la verga que ya estaba creciendo por la tensión,  comenzó  a masturbarme, ibamos ya a por el boulevard y ella se agachó,  se metió el glande a su boca y lo comenzó a succionar, nombre que placer, casi suelto el volante, mamadotas que me iba haciendo, se levantó y me dijo que en su congregación está restringido sentir placer, el sexo sólo es para hacer niños y los maridos sólo lo hacen de misionero y sólo para tener hijos. Volvió a mamar pija, apenas me dijo dónde dar la  vuelta y llegamos a una privada, una casa del fondo, estacioné el auto y me dijo que aguardara. Así con el pito parado y mojado de saliva aguardé. Bajó rápido,  abrió la puerta y me indicó con la mano que bajara,  me apresuré,  con todo y pija de fuera. Ya adentro vi que era una casa nueva, aún olía a pintura fresca,  los muebles tenían plástico,  le pregunté que de quién era. Suya, ni siquiera ...
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