UN MENDIGO CONOCE MI LADO ZOO - Relatos Eróticos

UN MENDIGO CONOCE MI LADO ZOO

Hola amigos, tanto tiempo sin escribirles. Les cuento algo mas reciente. Volvía de una fiesta en un country, me había quedado dormida despues de una noche de sexo y alcohol, una noche sin muchas sorpresas donde me terminaron dando placer solo Esteban, mi jefe, ya que los otros viejos no sirvieron para nada dejandome aún cachonda. Regresaba por un viejo acceso del sur de la ciudad, había menos trafico y mas tranquilo. Cruzando por debajo de un puente de las lineas ferreas me doy con un hombre que vivía ahí. Me hace señas pidiendo comida, así que me detengo un momento, charlamos un ratito y lo invito a almorzar en casa ya que tambien tenía ropa que le podría quedar bien. Por suerte el día primaveral permitía continuar el viaje con las ventanillas abiertas por su mal olor. Era un cuarentón, no entendía como un hombre de su edad terminó así, cosas de la vida.
Como era temprano le ofrecí un desayuno en el jardín, como para que se relaje mientras charlamos. Luego le ofrecí si quería higinizarse y cambiar su ropa por la que yo tenía, y le ofrecí también cortale un poco el cabello y su barba. Con toda la timidez aceptó mis ofertas así que le propuse que primero avancemos con su cabello así luego se hiría a bañar. Traje una maquina para corte de cabello que tenía y le dejé el cabelo bien corto, incluso tambien su barba, dejando ver bien ahora sus rasgos y piel dañados que lo hacían parecer de mas edad. Lo llevé al baño de mi pieza para que se quede en la tina un buen rato y se ...

... relaje. Mientras el se quedó ahí aproveche para ir a una pequeña tienda muy cerca de casa para comprarle ropa interior. Al regresar no me escucho entrar y cuando empujo la puerta del baño lo veo masturbandose bajo el agua; al mirarme se detiene y se sonroja pidiendome perdon. Dejo caer la bolsa que traía en manos y me le acerco, le digo que no se preocupe, total era normal y natural hacerlo. De rodillas a su lado estiro mi mano y le tomo la verga para continuar pajeandolo. Podía sentir lo larga que la tenía pero no muy gruesa, suavemente le seguia tratando hasta que lo hice acabar. Quitamos el tapon de la tina y lo invito a enjuagarse con la ducha mientras le jabonaba su rabo para dejarselo bien limpio. Le pregundo si le gustaría que le rasure en sus partes intimas para que sea mas higiénico, me dice que nunca lo había hecho, pero le insisto y le digo que no se preocupe que lo haría con cuidado. Así que en la misma ducha le pase la maquina electrica y luego le afeite bien toda la zona, dejando reluciente su largo rabo negro que esta firme como una piedra. No dude y se la comence a lamer con mucha suavidad, y lentamente me la fuí introduciendo todo lo que mas pude. Era tan docil que se quedó pegado a la pared de la ducha mientras yo le daba placer. Se la chupe un rato mas hasta que largó sus chorros de leche en mi cara.
Como esta bañada en su leche, recién ahí me quite la ropa para bañarme y quedar limpia nuevamente mientras él no hacia por tocarme, solo observaba mis grandes ...