1. DANIELA


    Fecha: 10/04/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: CARLO69, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Con Marina mi segunda esposa, tenemos una nena de nombre Daniela, a quien hemos dado todo, desde atención, tiempo, educación, cariño y caprichos. Es una buena hija, quien desde pequeña ha sido amiguera. 
    Desde pequeña se le dio confianza, tanta que podía andar en casa en prendas menores así como su mami, quien siempre ha acostumbrado a andar en mini bóxer, bikincito o tanga, cualquiera de lo más sexy. Daniela igual gozo de eso, de las prendas más sexys y de moda que a ella le gustara. A mí en lo personal no me molestaba, ni me era raro verla así o que se me subiera a las piernas o abdomen a la hora de jugar con ella. Aunque si fue excitante verla en pantaleta y corpiño en varias ocasiones cuando la lleve a una alberca de una casa que administro. En esas ocasiones la lleve junto a otras de sus amigas y con Silvia, la mamá de una de ellas. O en solo pantaleta y sin corpiño como lo hicieron las cuatro en otra ocasión. Ya desde los nueve años y que sin pudor alguno siguió haciendo aun en la casa y sin sus amigas.
    Con diez años era común por las noches que anduviera en pantaleta y una camiseta floja o muy pequeña.  O como en una ocasión que me sorprendió con un bóxer bastante pequeñito, el cual se le metía entre sus nalguitas y apenas si cubría su panochita.
    Por las noches yo acostumbraba a tumbarme en el sillón y ver algún programa o película y Daniela normalmente se acostaba conmigo, la abrazaba y en ocasiones llegamos a quedarnos ahí dormidos los dos.
    Daniela en más de una ...
    ... ocasión fue cómplice de mis aventuras con Silvia, la mamá de una de sus amigas y nunca dijo nada o se molestó por eso. Su actitud conmigo era de una nena cariñosa, obediente y sencilla, aparte de ser estudiosa y nada problemática.
    Pero algo empezó a cambiar una tarde en que llegué temprano de trabajar a la casa. Ese día mi esposa pasaría por Daniela al colegio, por lo que llegué a la casa y prácticamente fui directo a la ducha, cuando salí me quede solo en bóxer, me recosté sobre el sillón a ver tele en lo que llegaban mi esposa e hija, quienes llegaron una hora más tarde. Después de saludarme de beso y abrazo, mi esposa se fue a preparar la comida, en lo que Daniela se fue a dejar sus cosas a su recamara, regresando conmigo descalza y solo con su pantaleta y corpiño. Se acostó conmigo en el sillón, la abrace y hasta ahí todo era normal, solo que el cuerpo de Daniela ya estaba creciendo y sus nalguitas se acomodaron justo en frente y haciendo presión en mis caderas, a lo que mi hombría reacciono de forma instantánea y se puso dura, palpitando entre ellas. A Daniela parecía no molestarle, al contrario, le gustó, ya que por instinto o gusto, despacio comenzó a mover sus caderas, primero en forma circular y después de adelante y atrás, muy sutil, pero excitante. Giro su cara y me miro, me sonrió y tiró un beso, luego volvió a mirar la tele. Así estuvo hasta que mi esposa nos llamó para comer. Eso se repitió cada vez que coincidíamos ella y yo en el sillón, fuera de los ojos de ...
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