1. Piel Canela: Los hijos del caporal (Capítulo 2)


    Fecha: 01/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Mateo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... con su saliva hacía que mi excitación creciera aún más y tuviera ganas de follarlo en el auto, pero ya habíamos desaparecido por un buen tiempo y era hora de regresar, sino la gente y en especial mi padre empezarían a notar nuestra ausencia. Así que empecé a mover mi cadera como lo haría si estuviera penetrándolo, primero de manera lenta y luego más rápida hasta sentir las arcadas de Pablo, prácticamente le estaba follando la boca.
    Mi pene estaba completamente humedecido por la saliva de Pablo, cuya garganta rosaba mi glande y hacía que después de varios minutos de exquisito sexo oral sintiera ganas de correrme y exploté en al menos cinco chorros de semen caliente y espeso, haciendo que se apartara rápidamente de mi pene por la asfixia que mi abundante semen le provocó haciéndole toser.
    -Joder tío, cuanta leche.
    -Te gusta bebé, saboréalo y trágatelo.
    Después de la enorme corrida que tuve dentro de la boca de Pablo, nos besamos apasionadamente y pude saborear el sabor de mi semen, era dulce y a la vez un poco salado y mentolado, y saborearlo de la boca de Pablo lo hacía más sabroso aún, fue un beso de leche muy rico y excitante.
    Al final, relajados y limpios continuamos con el retorno a casa; ojalá no hayan notado nuestra ausencia, de lo contrario tendríamos que inventar una excusa creíble.
    Al llegar a la hacienda la fiesta estaba aún en todo su apogeo, el licor de etiqueta negra, el vino tinto y la cerveza no dejaban de circular entre los invitados, muchos de los ...
    ... cuales ya estaban bastante ebrios; mis hermanos bailaban con sus esposas y todos lanzaban vivas por el triunfo de nuestra ganadería al obtener un toro indultado. Gracias a Dios nadie preguntó por mi ausencia ni la de Pablo, así que nos inmiscuimos entre los invitados como si nada hubiese pasado.
    Ya eran cerca de las cinco de la mañana y la gente terminaba de irse, la fiesta por el indulto estuvo muy buena y acabó muy tarde, apenas los invitados se fueron me retiré a dormir a mi habitación, Pablo ya se había ido a dormir una hora antes. No se cómo me levantaría, pero de seguro no sería temprano, fueron casi las cinco y media de la madrugada cuando por fin me acosté en mi cama, con una tremenda borrachera, pero feliz, mi celebración fue doble ese día.
    Empieza a sonar mi celular, me está entrando una llamada y yo despierto de inmediato, no lo puedo creer son casi las dos de la tarde, tengo una resaca terrible y un dolor de cabeza que siento morir. Tomo el celular y contesto la llamada, era algo de trabajo, solo un proveedor de alimento concentrado para concretar la fecha de un envío. Apenas corto la llamada me dejo caer nuevamente a la cama, no quiero levantarme en días, me siento sin fuerzas, obviamente esta era la peor resaca de toda mi vida, pero como las cosas no se hacen solas y yo tengo mucho trabajo en la hacienda debo levantarme de todas maneras; me desnudo con pereza y dejo la ropa en la cesta de ropa sucia, me meto a la ducha y abro la llave, el agua fría relaja mi cuerpo ...
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