1. Por fin con mi hermana Luisa


    Fecha: 31/03/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Carlso, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... que hablar el lenguaje del cuerpo lo decía todo. 
    Ellas dos de frente se besaban sus cuellos yo detrás de Susana le quitaba su negligee, y luego sus tangas.
    Luego me puse detrás de Luisa e hice lo mismo primero su pequeña blusa y luego sus cacheteros.
    Ya se juntaban, yo detrás de Luisa apretaba sus pezones y la besaba en el cuello, los gemidos de las dos empezaban aumentar.
    Me quite mi Pijama y mi verga brinco. Volví donde Susana sobe con mi verga su trasero, ella lo empino y yo agachándome un poco la deslice entre sus piernas y en ese momento sentí la mano de Luisa que lo sobaba y se fue arrodillando, al punto que entre las piernas de mi esposa me lo empezó a mamar y a la vez le daba de lengua a mi muje. Yo le acariciaba sus senos y sentía la boca se Luisa que cogía la cabeza de mi verga con sus dientes suavemente.
    Mi mujer tiro la cabeza hacia atrás y me dijo:
    -	…atiende a tu hermanita, quiero hacer lo mismo...
    Me retiré y levante a Luisa, metí mi verga entre sus piernas, mientras mi esposa se arrodillaba a darle lengua en su vagina a Luisa, y sentí la boca de mi esposa chupándome.
    Estuvimos un rato en esa posición, mi esposa gozaba y murmuraba de como sabia de rica Luisa, se escuchaba como la chupaba y se saboreaba.
    Cámbianos de posición, Luisa se acostó de espaldas y Susana la siguió, se arrodillo entre sus piernas, y siguió lamiendo su vagina. Se quejaban, yo me acerqué y arrodillado a la orilla del sofá le di a mamar de mi verga.
    -	no sabes cuánto soñé con ...
    ... tenerlo en mi boca, desde aquel día, de estar contigo a solas. 
    Mi esposa levanto al cabeza.
    -	Luego me cuentan con detalle, quiero saber de esa historia…
    Y volvió a meter su cabeza entre las piernas de Luisa. El culo de mi esposa se veía levantado, era un espectáculo por todos los lados.
    Mi esposa se levantó y puso su vagina  en la cara de Luisa, yo la remplace, fui a probar el tesoro que tanto soñé.
    Su concha gordita, estaba rasurada, su clítoris rosado e anchado, sus labios vaginales morenos. Lo recordaba, pero ese olor era lo nuevo, olía delicioso, estaba húmeda de la saliva de mi esposa y de sus propio juegos, la chupe con fervor, metí mi lengua, busque lentamente su clítoris  y cuando los encontré los chupe suavemente, Luisa gimió de placer, …
    -	Si así, mas, chúpame, mete tu lengua..
    Pero mi esposa la callaba con vagina. 
    Susana voltio y dijo…
    -	Méteselo, complace a tu hermanita, complace a nuestro huésped hasta gemir, quiero sentir sus gritos en mi vagina.
    Me levante y puse mi verga en la entrada de cosita, había envidiado a Jorge por haber poseído esa vagina, con la cabeza le sobe lentamente sus labios y el clítoris, y lentamente para gozar ese momento lo metí lentamente, quise que mi verga, sintiera, el roce de su labios, de su orificio,  y empecé a bombear despacio,  y aumentando el ritmo cada vez con un golpe final como invistiéndola. Cada embestida la hacía gritar chillaba, y seguía murmurando…
    -	Así, mas …
    Mi mujer se bajó, se voltio, e hizo un rico 69, ...
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