1. Un viaje caliente


    Fecha: 29/02/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Axxxe, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    En mi ciudad es muy normal que el tráfico sea la orden del día. Simpre tardarás más de lo estimado para llegar a tu destino. Fue en una de esas ocaciones que me ocurrió una excitante experiencia. Una que de solo recordarla hace que moje mi tanga. 
    Yo suelo usar el transporte público. Esa vez salia del trabajo ya en la noche, el transporte que pasaba estaba lleno. Hasta que una camioneta se detuvo, me tocó ir adelante de la cabina, junto con el chófer. Desde que me subí vi brillar su mirada, era una cargada de deseo y viciosioso anhelo.
    Al no haber muchas opciones me fui ahí, pues la parte trasera (que solo nos separaba de esa seccion una mampara) se encontraba llena. Al adentrándonos más al tráfico el chófer me empezó a hacer la platica: como esta el clima, o que cada vez hay más autos en la ciudad y así. Hasta preguntarme que si tenía pareja, cosa que le respondí que no. De ahí tomo pie para subir el tono de su "platica" comentandome que el podría ser mi amigo, un amigo con todos los beneficios, que estaba yo muy guapa para que no me dieran "amor" muy seguido. 
    Pude sentir como se me subía el color, por el atrevimiento de este tipo. Total que trate de ignorarlo, y lo mejor que se me ocurrió es hacerme la dormida. 
    Para esto el tomo mi mano y la coloco en su pierna, yo intenté retirarla inmediatamente, pero puso su mano encima impidiendome hacerlo. 
    Me dijo --tranquila, no es nada malo. Solo déjala ahí.
    Pero lo dijo con una voz muy suave, que realmente pensé que no ...
    ... era nada malo. Cada tantos minutos el la subia un poco más si soltar mi mano. Luego me dijo que si tenía sueño podría apoyar mi cabeza en su hombro. Y no se que demonios me poseyó, y lo hice. Acerque más mi cuerpo al suyo
    De repente su mano guió a la mía a su entrepierna. Yo di un pequeño salto de sorpresa. Y mi deseo se despertó.
    Podía sentir atravez de la tela su pene duro. 
    El sabía que podía sentirlo, el quería que lo sintiera. 
    Nuestros cuerpos y cara estaban demasiado cerca. Que un simple susurro suyo podría oírlo. Y había algo excitante en ello, porque estamos en una via pública, con autos al rededor y personas en la parte trasera de la camioneta que al mínimo sonido podrían darse cuenta de lo que estábamos apunto de hacer.
    En eso, con una sola mano desabrocho su pantalón sacó su miembro, uno duro, de tamaño considerable. Y de su voz excitada salio: te gusta? Mira como me tienes desde que subiste. Mira como mi verga se pone dura. 
    Yo al escuchar eso, se erizo mi piel. Nuestros cuerpos al estar cerca se rozaron. Mi mano ya sin guía, tomo su verga. Sin una pizca de pudor.
    Era gruesa, caliente, dura. Como una tela suave enredada en acero duro y largo.
    Apreté y el gimio: Ahh así nena. Así.
    Mi mano subía y bajaba por su erecto miembro. Sobando la suave piel hasta abrir paso a la cabeza, estaba húmeda.
    El chófer por su parte no se quedó quieto. Mostro una increíble destreza para conducir con una mano, mientras que la otra bajaba por mi cintura, sus dedos haciéndome ...
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