Aprendiendo a compartir esposa lV rompiendo limites - Relatos Eróticos

Aprendiendo a compartir esposa lV rompiendo limites

Era nuestro segundo año que volvíamos a la rutina de la casa con los niños . El trabajo. Nos quedaba un año por delante para volver a a quedar con Raúl. Ni Teresa ni yo estábamos dispuestos a pasar tanto tiemo sin volver a probar los placeres morbosos que habíamos ya catado. Cuando hacíamos el amor era puro sexo salvaje recordando los momentos vividos y planeando otros nuevos. No tardamos ni un mes en volver a salir. Dejamos los niños con mi hermana y nos fuimos ha un centro comercial de una población alejada de la nuestra. Nuestra idea era disfrutar de una tarde de morbo exivicionista y si nos salía algo disfrutarlo. Teresa se sombrero los párpados de un tono verde a juego con sus ojos y se pintó los labios de un rojo intenso del mismo tono que sus uñas. Su media melena rubia dejaba a la vista sus hombros bronceados. Por toda vestimenta sólo llevaba puesto una blusa blanca de finos  tirantes sin mangas por la cual se transparentaban sus pezones oscuros y de la cual sólo llevaba abotonados los dos últimos botones dejando abierto un amplio escote por el cual mostraba parte de su generoso pecho talla 95. Y una maya negra de licra que se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel. Marcando las redondeses de su trasero y los pliegues de su vagina. Nada más verla mi polla se puso dura pidiendo guerra. .Le dije que con la luz intensa se le transarentaba la licra y ella me contestó que esa era la idea ir de puta y me empujó para que salieramos. Tardamos tres horas en llegar que se ...

... me hicieron eternas. En cuanto bajamos del coche notamos como la gente nos miraba disimuladamente . Recorrimos el centro comercial. A veces Teresa se adelantaba para que no nos vieran juntos. Un par de jóvenes de unos 18 o 20 la estuvieron siguiendo un rato miquandola asta que Teresa se aburrió de que no le entrarán y se me acerco y me beso metiéndome la legua. Los jóvenes se fueron en seguida . Yo estaba deseando ya probar algo más fuerte arrastre a Teresa a una tienda de trajes masculinos escogí un traje de chaqueta y fui al probador con Teresa.  Luego le pedí a ella que le dijera al dependiente que me trajera una talla menos. Cuando el dependiente un joven de unos veinte y tantos vino con el traje se encontró con que Teresa tenía la blusa abierta y yo le chupaba un pezón. El chaval se quedó quieto con el traje en la mano sin saber que decir .Teresa le regaló una pícara sonrisa y me indicó que ya estaba allí el chico. Perdona le dije. Te importaría ver como me queda. Asintió con la cabeza sin dejar de mirar las tetas de Teresa que las mantenía aún sin cubrir. Sali con el traje puesto  el chico estaba muy nervioso porque mi mujer seguia con las tetas al aire y no dejaba de insinuarse con la mirada .me dijo que me qudaba muy bien el traje con una voz que a penas le salia de la garganta. Volvi a vestirme con mi ropa mientrasTeresa rodeo al chico con sus brazos y lo beso en la boca este se dejo hacer correspondiendo con su lengua cuando abri la puerta Teresa lo arrastró dentro y ...