1. Mi sobrina María Victoria


    Fecha: 19/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Charls, Fuente: CuentoRelatos

    ... como al pasar me dijo:
    
    —¡Las pelis porno que habrás mirado acá solo!
    
    —Para nada, —respondí y pregunté rápido— ¿Vos querés ver?
    
    —Ay tío, me da vergüenza.
    
    —¿Vergüenza? —exclamé— pero si soy tu tío y además tu padrino.
    
    Mientras dialogábamos, abrí el Explorer, busqué una peli porno, le di al Play y dije:
    
    —Vicky, vení, sentate en mi sillón así ves mejor, —me levanté ella se sentó y yo quedé parado detrás del respaldar.
    
    En la pantalla del monitor, una presunta madrastra seducía a su hijastro sentados en un sofá, le tomaba la mano y se la hacía pasar por la concha, después le amasaba la pija por sobre el pantalón, abría el cierre, sacaba la pija y se la empezaba a lamer y chupar.
    
    A esa altura, Vicky respiraba profundo y yo tenía la verga durísima.
    
    Saqué mis manos del respaldar y las apoyé en sus hombros, no dijo nada, apreté suavemente sus hombros, subí un poco las manos y acaricié su cuello. Ella quieta y muda, sólo respiraba profundamente y se veían sus tetas moverse al ritmo de la respiración.
    
    Bajé suavemente las manos, deslicé los breteles de su vestido que cayeron al costado, Vicky quieta pasaba sus manos por sus piernas. Baje los breteles de su corpiño y, ahí se arqueó mirándome hacia arriba. Su rostro reflejaba una tremenda calentura.
    
    Bajé las manos hacia sus tetas, las saqué de las tasas del corpiño y comencé a acariciárselas, masajeándole los pezones que estaban totalmente erectos, mientras hacía esto, me incliné y la besé en el cuello. ...
    ... Deslicé una de mis manos hacia su entrepierna y le acaricié la conchita por sobre la falda. Ella entreabrió algo sus piernas, subí la falda y metí mano en la tanguita, estaba muy mojada y su conchita muy caliente. Sin dejar de acariciarle la concha, con la otra mano me abrí el pantalón y saqué la pija. Me erguí parado a su lado, Vicky giró la cabeza, me miró la verga y dijo:
    
    —¡Tío, que pijota!
    
    —¿Te gusta?, está así dura por vos y es toda para vos, —dije en voz queda.
    
    Me agarró la verga son sus manos, le corrió el cuero, quedando al aire la cabezota morada, brillante por mis jugos.
    
    Pasó la punta de la lengua por el orificio de la cabezota, luego por toda la punta mientras me acariciaba los huevos y, finalmente, mirándome a los ojos, se la metió todo lo que pudo en la boca. Boca llena de saliva y muy caliente, la tomé con una mano desde atrás de su cabeza para atraerla hacia mí.
    
    Me chupaba la verga con muchas ganas, como si de verdad se la quisiera tragar, la saliva le salía por el borde de los labios, lo hacía muy bien, mi verga entraba y salía de su boca al ritmo de los movimientos de su cabeza. Saqué la pija de su boca, la besé, lengua con lengua mientras la volvía a acariciar la concha, la tomé de los brazos y la puse de pie, la abracé metiendo la pija entre sus piernas, amasándole el culo, besé sus tetas, las chupé al mismo tiempo que la manoseaba toda: concha y culo.
    
    Vicky jadeaba, respiraba hondo, sus mejillas se colorearon de la calentura. Me saqué la ...
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