Mi primo, mi amante II - Relatos Eróticos

Mi primo, mi amante II

Luego de esa primera experiencia sexual con mi primo, él y yo seguímos haciendo el amor cada que nos veíamos e incluso me compró pantimedas blancas sólo para mi y no tener que usar las de su hermana. Yo amaba chuparte la verga y tragarme todo su semen, aunque lo que más amaba todavía era cuando él se venía dentro de mi. Uno de esos días mi primo me dijo: "le he hablado de ti a un amigo", "no amor, ¿por qué? se supone que esto era nuestro secreto". Dándome un beso me dijo "quiero verte con otro chico, eso me calentaría más, además ¿no me digas que no te gustaría probar otro pene?". Tuve que reconocer que tenía razón, pues había desde que el me hizo suyo empecé a fantasear en cómo serían otros penes. "Esta bien amor, tráelo a casa y vamos a ver qué pasa".
A la semana me avisó que su amigo estaba listo para conocerme y para la ocasión mi primo me compró unas medias blancas, no pantimedias y unas zapatillas cafés de tacón de ahuja. Me puse una falda corta de mi prima que permitia ver mis piernas y el que usaba medias.
Cuando llegó su amigo me sorprendió ver lo joven que era. Para ese momento yo tenía 20 años, mi primo 19 y el chico que era su amigo recien habá cumplido los 18 años. En cuanto nos presentó, su amigo, de nombre Raúl inmediatamente comenzó a besarme, algo torpe debo decir. Mi primo al ver mi cara de sorpresa comentó "es  virgen en TOOOOOODO". Raúl pareció incomodarse con el comentario de mi primo pues se puso rojo, yo para animarlo y tranquilizarlo lo volví a ...

... besar, enseñándole cómo hacerlo.
Luego del terce o cuarto beso, puse mi mano encima de su pantalón a la altura de pene, que estaba ya erecto. Yo me senté en el borde de la cama y lo atraje hacía mi, desabrochando sus ceñidos jeans y bajando su truza. ¡Dios santo! era enorme su verga, incluso mi primo se sorprendió al verla pues estaba más larga y ancha que la suya.
Yo pensé "bien primo, tú lo quisiste" y comenzé a besarle y lamerle el pito a su amigo, quien primero se sorprendió de lo rápido que me puse manos a la obra, pero comenzó a dejarse ir poco a poco.
Estuve mamando su verga y su glande unos 10 minutos hasta que decidí hacerlo venir en mi boca. Para ello comencé a sólo meter su glande en la boca y con una mano le masturbaba el tronco y con la otra le sobaba sus testículos, que estaban muy calientes. De pronto escuché cómo gemía y soltó un "voy a acabar, en verdad que tu primo es experto en esto" y justo eso pasó, su glande lanzó un grueso chorro de esperma que comencé a tragar como loco, no quería desperdiciar nada. Raúl sólo se retorcía de placer mientras eyaculaba (recuérden que yo estaba sentado y él estaba de pie) Finalmente terminó de sacar semen de su pene y al ver que estaba débil por su orgasmo, le ayudé a recostarse al tiempo que le decía "Raúl, te felicito, tu esperma no sólo es delicioso sino que me regalaste una gran cantidad" esto al tiempo que me sobaba el estómago para demostrale lo mucho que me había gustado tomarme su lechita.

Mientras todo esto ...