1. Don Nato


    Fecha: 11/11/2019, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Don Nato era un invidente de unos 40 años, trabajaba haciendo estropajos en unos baños públicos a donde yo iba hacer algunas tareas para ganarme unos pesos. En una ocasión fui por estropajos y me tocó por encima del short y con la experiencia adquirida en la escuela durante 3 años, la caricia fue novedosa, quedé encantado y me dejé llevar sin decir nada.
    Me lo estuvo tocando y a poco vino la erección, me bajó el short y se lo puso en la boca, al sentir la humedad de su boca, sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, como que me daba frio y al instante creció al máximo. Era la primera vez que me hacían eso y que tenía esa tan agradable sensación y que en algo se parecía a cuando se lo metía a mis amigos de la escuela, pero con mayor intensidad, era más caliente y más jugoso.
    Lo metía y sacaba de su boca y eventualmente me succionaba o movía su lengua por todo lo que tenía dentro de su boca. Sus barbas y bigote me hacían cosquillas cuando se lo metía todo y me tocaban la base del pene aún sin bello. En pocos minutos sentí muchas ganas de orinar, así como ya lo había sentido muchas veces cuando me cogía a mis amigos, pero como estaba dentro de otra parte diferente, traté de sacarlo, pero se lo metió aún más y no me quedó más que “hacerme” dentro de su boca. 
    En realidad, no supe que fue lo que arrojé, pero él se la tomó toda y me chupó hasta dejarme sin gota alguna, por la cantidad, debieron haber sido orines, aunque la sensación fue algo diferente. Se lo sacó de su boca y me ...
    ... dijo que había estado muy rico y luego de darme unas chupadas más, me subió el short, me dio los estropajos y me fui sintiéndome como mareado y con las piernas temblando, debió haber sido por lo que había sentido.
    En la siguiente vez lo sorprendí sentado en plena labor haciendo estropajos y, sin tocarlo, con su pene bien erecto, tanto que se le salía de por la pierna de short, me quedé unos momentos contemplándolo, hizo 2 o 3 bombeos y aquello se le levantaba, parecía que le iba a reventar. Me sintió y se quiso cubrir preguntando quién era, que si era yo. Sin decir palabra alguna, hice a un lado la pierna de su short dejando al descubierto una enorme verga, se lo agarré con toda la mano y lo apreté con fuerza, estaba muy duro y realmente muy grande, mucho muy grande. Hasta ese momento, nunca había visto algo igual.
    Sorprendido por el tamaño, me senté en un banco, él se levantó de su silla y su cosa quedó enfrente de mi cara, le bajé la prenda y salió aquella enorme verga, me parece que a su máxima expresión. Estaba enorme en lo largo y en lo grueso, me faltaron manos para cubrirlo todo. Lo aprisioné con las dos manos, una tras la otra  y lo que cupo, me la metí en la boca, ni siquiera alcancé a cubrir el glande, cuando mucho debí haber cubierto poco más de la mitad, sólo de la cabeza y las dos manos enfiladas, no llegaban ni siquiera a la corona de tal cabeza. 
    Con sólo la mitad de la cabeza en mi boca, sentía que con los bombeos que hacía, crecía aun más. Hacía movimientos ...
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