Él - Relatos Eróticos

Él

Era una noche tranquila como cualquiera, caminaba despacio pero segura sobre la avenida principal que llevaba a mi casa. Estaba sola y era tarde, pero vivia en una ciudad segura, no tenia razon alguna para preocuparme asi que a un paso calmado avance hacia mi destino. Faltaban dos cuadras para llegar a mi casa cerca a un callejon cercano escuche un ruido, pense que era un gato, como buena amante de los animales no podia ignorar a una dulce criatura a esas horas de la madrugada entonces me acerque al callejon, mientras paulatinamente los maullidos se fueron transformando en gemidos de una pareja, al parecer hombre y mujer. Me acerque lentamente y vi como uno de mis vecinos, un joven, poco agraciado, bajito, con barriga prominente, estaba a contra luz pero alcanzaba a diferenciar muy bien sus figuras y veia como aquella mujer, delgada, atletica, muy hermosa para él pense, se dejaba penetrar bruscamente por aquel hombre, en algun momento llegue a pensar que era una violación debido al trato que le daba, la golpeaba, la trataba mal, le jalaba el pelo mientras le gritaba que era su perra, pero cambie de pensamiento cuando me di cuenta que ella le seguia el juego y como cada vez que aquel hombre le sacaba el pene ella le pedia de nuevo que lo metiera en su vagina. Observaba esa escena cuando me sorprendi a mi misma con la mano sobre mi pantalon, sentia mis tangas humedas y poco a poco sobando mi vagina, mientras me deleitaba con la forma en que aquel hombre penetraba con tal ...

... fuerza a aquell mujer. En algun momento el hombre me voltio a mirar e intente esconderme pero ya me habia visto, no supe reaccionar, entonces el hombre le saco el pene de la vagina a la mujer, se ladeo asegurando que viera el miembro tan grande y gordo que tenia, jamas habia visto ni sentido uno así, entonces obligo a la mujer a que se arrodillara con la cara en su cintura y con una mano acomodo su pene en la boca de la muchacha y se aseguro de que toda ese gran miembro entrara por la boca de la mujer, y mientras ella lo succionaba de una forma acelerada como quien lo desea con anhelo, el hombre jadeo y ppr la expresión de la mujer intui que le lleno de semen la boca, mientras él me miraba a mí, en ese momento recobre fuerzas y sali corriendo sin que ella se diera cuenta hacia mi casa, estaba muy exitada pero al mismo tiempo asustada por aquella escena, fianlmente tome una ducha para calmarme, aunque no lo niego, para poder tranquilizarme tuve que masturbarme pensando en que aquella mujer en el callejon era yo y que era a mi a quien llenaban de semen vulgarmente.

La noche pasó, y al siguiente día fui a trabajar como normalmente lo hacia, debido a mi trabajo de recepcionista usaba un traje gris, un poco señido y falda corta. Fue un dia comun, nada fuera de lo normal y cuando regrese a mi casa pase al lado de aquel callejon expectante pero estaba solo no observe ningura figura ni escuche ningun jemido, en cierta forma deseaba ver algo. Se hizo de noche y tenia qué ir a recojer a ...