1. Alicia: Mi querido abuelo


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: VMarioT, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... le reto con mi más dulce y picarona sonrisa.
    
    Primero impregno su mástil con los jugos que se desprenden de mis labios vaginales y después me voy penetrando muy despacio. Las olas de placer no tardan en invadir mi cuerpo y tengo que cerrar los ojos y morderme el labio para evitar gemir demasiado. Noto sus manos en mi cintura e imagino que se estará deleitando con la sensación de tener una vez más su polla dentro de mí.
    
    Consigo meterme todo su nabo en el interior de mi coñito y exhalo un suspiro. Abro los ojos y observo feliz su cara descompuesta con el placer recibido.
    
    - Alicia… Eres una diosa… Hacía décadas que una mujer no conseguía metérsela enterita.
    
    - Gracias, abuelito. Para es todo un honor complacer al hombre al que amo.
    
    - ¿Qué diría tu madre si nos viera?
    
    - No entendería nuestro amor y nos separaría. Pero eso no va a pasar – le tranquilizo mientras acaricio su pecho con las yemas de mis dedos.
    
    Me llaman al teléfono móvil, que está en el suelo. Por suerte, además del rabo, mi abuelo también largos los brazos, de modo que lo coge del suelo y me lo pasa.
    
    - ¡Es mi madre! - le digo entre sorprendido y divertida por la casualidad.
    
    - Hablando del Rey de Roma…
    
    - Shh, voy a contestar, no hagas ruido. ¡Hola, mamá!
    
    Mientras hablamos, me tumbo sobre mi abuelo y hago cosquillas a su cuello con mi nariz y lo beso con dulzura, subiendo hasta los labios. La tengo algo grande, pero todo el mundo me dice que es una monada y que encaja a la perfección ...
    ... con mi angelical rostro, y la verdad es que nunca me ha traído problemas para ligar. Aún así es un poco raro, lo sé.
    
    - Sí, estoy con el abuelo. Está viendo los toros, ya sabes… - Me besa con lengua y le respondo en silencio. No podemos hacer ningún ruido – Sí, ahora iba a hacerle la comida.
    
    - ¡Como una buena mujer! - exclama de repente.
    
    - Ya le has oído jijiji.
    
    Lo pongo en “Manos Libres” para que pueda hablar con su padre.
    
    - ¡Hola, papá! ¿Cómo te encuentras?
    
    - ¡Pues muy bien, cielo! Tengo un encanto de nieta que ahora me hará la comida.
    
    - ¡Muy bien hecho, Ali! ¡Así me gusta! Bueno, papá, te dejo con tu adorada nietecita, que tengo que hacerle la comida a tu yerno.
    
    - ¡Muy buen, hija! Adiós.
    
    - ¡Adiós, mamá!
    
    - ¡Adiós, mi amor! ¡Luego me llamas y te paso a recoger!
    
    Cuelgo y mi abuelo deja el teléfono en el suelo.
    
    - Qué encanto de mujer – suspira -, es una angelito caído del cielo.
    
    - Y que lo digas jijiji.
    
    En todo este rato hemos estado tan quietos que ni hemos notado que su tranca sigue abrazada por las paredes de mi vagina. Empiezo a moverme y a gemir de nuevo. En mi familia nos pasa que no solemos gritar mucho mientras follamos, pues preferimos disfrutar de la experiencia con tranquilidad y amarnos aún más si cabe.
    
    - ¿Te gusta lo que estamos haciendo, amor mío?
    
    - Muchísimo, no te haces una idea jijiji. Estos momentos de nuestra relación son los que me han enamorado.
    
    - Qué bonito ha sonado eso.
    
    - Lo sé jijiji.
    
    Tras un rato ...
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